Desorden

Lucho

Lucho y me pegan.
Y la vida son los golpes, porque de ellos se aprende.
La vida es como una lucha.
Estoy en un rin continuamente, menos cuando duermo que ahí está mi pausa. Quizá también la tuya.
Pero cuando me levanto empiezo mi rutina, yo y mi vida.
Con la que lucho por la felicidad, muchas veces me deja ganar para verme sonreír.
Otras me pega fuerte para saber levantarme y valorar cuando sonrio.
Otras empatamos y es un día normal.
Y las que más me gustan, cuando me gano yo luchando mi propia felicidad.
Esa es la victoria más dulce.
Y me la merezco, al igual que tú, ambos nos merecemos la felicidad.