Capítulo 4

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Deje las cosas como estaban y me fui a ver a mis hijos y decirles lo de la boda.

-Si papá yo si voy- me dijo George.

-¿Y tu Isa?- le pregunte a mi hija mayor.

-Ay ¿para que voy?- Bufo.

-Son nuestros amigos, debemos de ir cariño- le dije y ella me iso una mueca.

No era muy social mi hija mayor.
-Aych, esta bien- murmuró- pero no me voy a poner vestido.
Mi hija no le gustaban los vestidos para nada.

-Esta bien hija, con que vallas esta bien- le respondí con dulcura.

Mia

Estaba con mi abuela haciendo tramites, pero de repente me celular sonó

-Buen día, su Majestad- dijo una voz, que se me hacia muy conocida.

-¿Lord de Belo?- añadí con un poco asustada- ¿como consiguió mi numero celurar? ¿que es lo que quiere?.

Hice muchas preguntas, que hasta yo me confundí.

-Basta, basta- me interrumpio- son muchas preguntas ala vez, primero déjeme decirle que se ve muy hermosa el día de hoy Su Majestad.

¿Quee? ¿Sabe donde estoy?

Estoy empezando a sustarme.

-¿Que es lo que quieres?- pregunte un poco asustada.

-Vengarme- me dijó, y no puede sentirme aterrada- Tú me quitaste todo Mia, TODO.

Eso me hiso enfadarme un poco, pero estaba mas asustada que enojada.

Tenía que decirle a Nicolás.

-¿Disculpe? Yo no le quite nada, fue usted con su arrogancia y actitud- me defindí y fruncí el ceño.

-No Sra no, usted fue, yo iba a hacer rey pero tu abuela tenia que intrometerse en mis planes- Me dijo gritando, como el solía hacer- y ahora es mi turno, te haré pagar Mia Temorpolis.
Y después de eso me colgó.

Me quede terriblemente asustada por lo que me dijo “Te haré pagar"

No deje de pensar en ello, tenía que decírselo a Nico.

Nicolás.

Ya era de noche y estaba muy agotado.

Hoy fue un día muy cansado para mi, tuve que ir arrglar unos problemas en la escuela con Isabela. Ay esa niña. Siempre se metía en problemas, pero era por que yo y Mia estuvimos distantes en su crecimiento, pero era por obligación, se que eso no es excusa y lamento no estar ahí para ella, ya era muy tarde.
Sin embargo, George si era muy educado y portado, ah el si lo educamos bien, pero ahora me siento culpable con Isabela por su criancia. Debería de hablar con ella.

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