El aura sombría de Sirius era tan densa que casi se podía apreciar y con el paso de los minutos parecía aumentar más y más en tamaño o volumen... Y con cada minuto que pasaba Peter quien había llegado en la noche; pagaba las consecuencias de haberse sentado junto a su muy enojado amigo Sirius.
La barita de su amigo se incrustaba cada vez más dolorosamente en su muslo y aseguraba que si Black seguía ejerciendo presión terminaría atravesandolo como si de una estaca al corazón se tratase.
Si no paraban de escucharse pequeños jadeos y gemidos de arriba. Peter podría irse despidiendo de muslo.
Sirius no sabía que estaba sucediendo en aquella habitación, pero en cuanto tuviera la oportunidad asesinaría con sus propias manos a ese maldito bastardo.
- Sirius puedes parar de una vez. - la voz suave y tranquila de su prima Narcisa lo saco por un momento de sus pensamientos asesinos hasta que un grito bastante fuerte y agudo hizo que Peter literalmente aullara de dolor.
Lily corrió rápido a atender al pobre chico que comenzaba a desmayarse.En la mente de Black solo se repetía el echo de que su Severus ya llevaba una hora con Malfoy encerrado en sus aposentos, y aquellos sonidos no paraba de escucharse en todo el tiempo que llevaban ahí. Que tanto hacían los dos que dejaron en claro que nadie podía subir, mucho menos Sirius.
Por otro lado James estaba atento a los sonidos descifrando que primero era una sería de ah ah ah y luego un Aaaaaaah largo y pausado, seguido de un umn. Remus era otra cuestión ya que estaba en al cocina tratando de contener la sangre que salía de su nariz.
Por fin los sonidos cesaron y pronto las dos personas faltantes estaban con ellos. Un Lucius bastante cansado y un Severus algo enrojecido y con los ojos vidriosos. Eso fue lo último que vio Remus antes de volver a caer en la inconsciencia.
- Malfoy. -
- Black. -- Sev, podemos hablar en privado. -
Severus miro algo preocupado a su novio, asintiendo lo siguió a su recamara nuevamente. Mientras tanto un chica de pelo rubio miraba a su esposo con una pregunta mudo en sus ojos.- Sabes, esa cosa está demasiada apretada, no me sorprendería si el día de su boda no pueda ni sentarse o comer algo. -
Los finos labios de Cissy se fruncieron, ella nunca fallaba en nada de lo que se proponía. Ya tendría tiempo para hablar a solas con Severus sobre este asunto.
Lucius apareció nuevamente en la sala solo que en sus brazos llevaba a un dormido bebé de Sirius y Severus.
-Creo que es hora de irnos. -
Su esposa solo asintió, mientras salían fuera de la casa, claro que Lily, James, Peter no sabían el por qué, hasta que empezaron a escuchar objetos quebrándose y estruendos en la parte de arriba. Luego silencio total.
James tenía los ojos cuadrados de la impresión, si lo que se escuchaba allá arriba era los inicios de una discusión o pelea entre pareja no se imaginaba a su mejor amigo tratando de esa forma a su pareja, Lily por otra parte lucía enojada y Peter temblaba un poco.
Pero ya que no podían meterse en aquella discusión, al menos no por ahora tomaron a Remus por los pies y lo arrastraron por el piso hasta bajar los escalones de la entrada. Dejando así un rastro de sangre.
« Dentro de la habitación. »
Sirius abrió la puerta esperando a que su novio entrará y luego la azotó cerrándola de golpe.
Se paso las manos por sus rizos tratando de calmarse un poco pero sentía su sangre ardiendo debajo de su piel.Tomo el jarrón que adornaba el tocador de Severus y lo estrelló contra la pared. Se odiaba por portarse como un animal frente a Sev, sabía bien que en estos momentos su prometido estría mirando con algo de miedo en sus hermosos ojos.