CAPITULO SEGUNDO

9 2 2
                                    

Capitulo 2/El chico Tommy:

 Todas habíamos entrado por la puerta y una gran cantidad de blanco nos daba la bienvenida, paredes blancas, piso blanco, muebles blancos... ¡Casi estaba perdiendo la razón! Por todo el blanco a la vista

Estábamos paradas al frente de una escritorio raramente blanco...Noten la ironía. Esperando a una enfermera.

—¿Que se supone que vamos a hacer aquí? —Estaba exasperada, odiaba no saber lo que haríamos a este punto.

Y de nuevo me ignoraron.

Me cruce de brazos y puse mi mejor expresión de fastidio.

Una enfermera se acerco a nosotras y luego de intercambiar unas cuantas palabras con kaih de lo que solo entendí "El chico Tommy, En su habitación, nueva amiga"

—¿Quien es tommy? —Cuestione de nuevo. Y me ignoraron.  ¡Nuevamente!

Cansada me di la vuelta para irme. No soportaba estar en este lugar y menos cuando todas me tratan como si no existiera.

—¡Oh, no no señorita, tu te quedas aquí!— Christina me tomo por el brazo y me regreso a mi lugar.

—¡Me niego a quedarme, si no me dicen que hacemos aqui!

—Conocerás a alguien ya te dijimos.

Oh si, cuanta información me dan.

Me puse a mirar el escritorio con mas atención para desviar mi fastidio un poco, una maceta con flores artificiales, una computadora, un vaso con lapiceros y una gran cantidad de hojas en una arreglada pila.

La enfermera nos dio permiso de pasar con un asentimiento de cabeza.

Caminamos por todo el ancho y blanco pasillo, entramos a el elevador que se encontraba en el fondo y Jessi apretó el piso 6. El horrible aparato empezó a subir y yo me pegue mas a la pared.

—¿Sigues teniéndole miedo a los ascensores?—Se burlo Kaih mientras chequeaba su reflejo en el espejo de las paredes.

—¡Yo no le tengo miedo a los ascensores!—Me cruce de brazos

Las chicas rieron 

—Si, claro... —Murmuró alguna 


Las puertas de la maquina infernal se abrieron y me apresure a salir.

El pasillo tenia una serie de puertas que tenían números en ellas.

Nos detuvimos adelante de una del lado izquierdo del pasillo y Jessi toco tres veces.

—¡Adelante— Se escucho del otro lado.

Nos adentramos a la habitación y un par de ojos nos dieron la bienvenida.

—¡Tommy!—Saludaron las chicas con una gran sonrisa. Se precipitaron a la cama donde estaba sentado el chico y lo abrazaron. Yo me quede parada en el medio de la habitación mirando a todos lados menos a ellos.

Poco a poco el reparo en mi presencia y sus ojos conectaron con los míos.

El sonrió. Yo hice una mueca.

Tenia una sonrisa muy bonita, y dos adorables hoyuelos.

Me preguntaba que era lo que realmente estaba yo haciendo aquí. No es como si fuera de las chicas que se las pasaban ayudando o haciendo cosas para la comunidad. Y el no me conocía, no entendía el propósito de esta visita.

Una voz interrumpió mi linea de pensamientos.

—Hola...¿Tu debes ser Riley no? — Dijo Tommy mientras se acomodaba mejor en la cama.

—Hmm. Hola, y si. — Hice una mueca que fue todo lo contrario a una sonrisa.

Jessi me fulminó con la mirada y yo me encogí de hombros.

+++

Llevábamos como 20 minutos en la habitación y estaba sopesando la idea de tirarme por la ventana.

Teníamos como dos minutos sumergidos en un silencio incomodo.

—Así que...¿Cuando nos vamos? —Mi mentón descansaba por mi puño.

—¡Riley!— Me reprendió Cristina.

—No, tranquila, ella tiene razón en querer irse. Debe ser fastidioso estar con alguien que no conoces. —Tommy sonrió y sus hoyuelos se remarcaron de nuevo. En estos mas o menos 25 minutos había aprendido que el por todo sonreía y eso me molestaba. ¿Estaba en una cama de hospital y el se la pasaba riendo y bromeando?.

Lo mire fijamente. El me devolvió la mirada.

—¿Y que es lo que tienes?

—¡Ay por dios Riley, comportarte!—Kaih me lanzo dagas con los ojos. Le sonreír irónicamente.

—No se te olvide, que yo no quería venir.

Antes de que pudieran regalarme por mi mala actitud el las interrumpió de nuevo diciendo:

—Eres exactamente como ellas te describieron.

—¿Ah si?.

—Sip.

—¿Como soy según tu?

—Eres sarcástica, descarada, inmadura —Mi boca se iba abriendo en incredulidad mientras el seguía enumerando con los dedos— Y puedo decirte a ciencia cierta que es una simple careta.

Nos sumimos en un gran silencio en el que todas mirábamos hacia el vacío. Me levante irritada, molesta y confundida.

—No se quien eres, y creeme no me importa. Pero no me voy a quedar aquí escuchando tu mierda hacia mi. —Me gire y encare a las chicas.—Me largo.

Me apresure hacia la puerta y gire el pomo.

—Fue un placer conocerte. —Dije mirándolo por sobre mi hombro. —Pero espero no verte nunca más.

Le sonreí por ultima vez y cerré la puerta.

+++

Había huido muy rápido de esa habitación. Estaba tan agitada que ni siquiera había notado cuando las puertas del elevador se habían abierto, corrí hacia la puerta de entrada y ignorando la mirada de extrañeza de la enfermera, seguí corriendo hacia el estacionamiento y me apoye en un auto azul aparcado.

Inhala y exhale. El labio me temblaba, pero apreté muy fuerte la mandíbula para evitar que las lágrimas salieran.

Dolió, dolió muchísimo. No era muy placentero escuchar a alguien, despotricar sobre ti sin siquiera conocerte. Que le pasa a todo el mundo ahora, pretendiendo que tienen el derecho de mencionar cada cosa mala que ven en mi.

Un minuto después las lágrimas pudieron conmigo y al pequeño gemido que salio despues lo oculte con la palma de mi mano para evitar un poco el ruido.

—Respira, vamos eres mejor que esto. –susurré para mi misma. Con dureza seque mi mejillas con los puños.

Este día cada vez, se pone mejor y mejor.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 11, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

UnforgettableWhere stories live. Discover now