Poemas a un aguacero oxidado

Kamino

Perdiendome el camino
Cagándome en la gloria
Buscando bombas en racimo
Caí preso de mil historias
El precipicio del cobarde
Es la duna del valiente
En el corazón las letras arden
Las voces en la cabeza mienten
Castigos que buscan tu carne
Y premios que evitan el roce
Como quieres que deje de ensuciarme?
Si mi alma dio paso a algo deforme
Me rodean víboras de lengua bífida
Gentes al frente de una mente criminal
Con escopeta lírica de tres calibres
Doy paso al plomo negro, de esta no hay ya quien me libre.
Libre, luces que tintinean
Destellos en ojos bellos
que las astillas de mi alma liman
Dos almas flirtean,
tontean entre fogones
Y los hombres entre los montes
de las máquinas se apean
Hojas de oro y plata,
caja de pino hueco
Guardando el cuerpo flaco
de un planeta que se embarga.