El mejor amigo de mi hermano

Capítulo 2

En multimedia: Dylan Walker

Al llegar a mi casa no noté a mi mamá en el comedor, así que subí a su cuarto pero no estaba, tampoco mi hermanita Lili.

Fui a la habitación de Alex y él tampoco estaba.

¿Acaso decidieron abandonarme?

Fui a mi habitación y empecé a buscar algo cómodo para vestirme. Solo me pongo jean para el colegio, porque el estúpido reglamento no deja llevar yogin, solo para gimnasia.

Saqué mi famoso conjunto de casa, que consistía en un yogin y una campera gris.

Miré mi reloj de pared y ya eran las 11:30 am, necesitaba comer.

Me puse mis pantuflas de osito y bajé.

Al entrar al comedor, estaba Alex sentado en el sillón, como de costumbre. Mirando la televisión y comiendo comida chatarra.

-Ey.- lo llamé pero me ignoró.- Idiota.- lo volví a llamar pero me ignoró nuevamente.- ALEX.- le grité mientras le arrojé un almohadón del sofá.

Se quejó y me miró.

-¿Qué te pasa?.- me preguntaba con comida en la boca.

-Eres un cerdo.- hice una mueca de asco.- ¿Y mamá?

-Fue a la casa de la tía Joseline con Lili.- me dijo y volvió a mirar la televisión.

-Debes alimentarme.- le dije.- ¿Mamá te dejó dinero?

-No, está todo en la heladera, buscate y cocinate.- dijo mientras miraba televisión.

-Gracias por cumplir el rol de hermano mayor responsable y preocuparte por mi alimentación.- le dije irónicamente y fui a la cocina.

Al entrar salté del susto al ver a un chico de espaldas. Agarré un plato de plástico y empecé a pegarle por la espalda.

Él solo se dio vuelta y me tomó por mis muñecas mientras reías.

-¿Qué haces?.- me preguntó.

-Dylan.- lo miré y solté el plato. Dejándolo caer al suelo pero no se rompió, por suerte.- No sabía que eras tú.

-Sabes, si ves a alguien desconocido en la cocina, debes pegarle en la cabeza.- miro el plato.- Y con algo más fuerte.- me miro.- No con un plato.- río y no rodee los ojos.

Me soltó y me crucé los brazos.

-¿QUÉ HACE ÉL AQUÍ?.- grité para que Alex me escuchara.

-AAAH, VISTE A DYLAN.- me contestó Alex.- SE QUEDARÁ UNOS DÍAS HASTA QUE CONSIGA OTRO LUGAR.

Lo miré y él seguía sonriendo sin mostrar los dientes.

-Bueno, si te vas a quedar en MI casa, no estorbes, no molestes.- dije en un tono más alto el "mi".

El solo río y se hizo a un lado.

Abrí la heladera y comencé a buscar comida.
Me acordé de que guardé un poco de la cena del día anterior, no estaba en mal estado.

Seguí buscando mi pote de comida pero no lo encontré, no estaba.

Mordí mi labio inferior y fui al comedor con toda mi furia.

-Alex.- contaba en mi mente hasta cien.- ¿Dónde está mi pote de comida?.- me paré en frente del televisor, llamando la atención de Alex y Dylan.

-Me lo comí.- respondió cruzandose de brazos.

-¿QUE?.- le grité y agarré un almohadon.- ERA MIO.- le empecé a pegar con él.

-Basta Maraa.- se quejaba mientras le pegaba.- Solo es comida.