Capitulo 3

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El resto de la semana transcurrió normal. Las clases ya habían comenzado y sólo veía a Chu en las mañanas, casi en el desayuno ya que se iba más temprano; y en las tardes, para cenar. 

—¿Por qué no comes?—me preguntó Jess.

Estábamos en el casino del Instituto. Un grupo de adolescentes hacía la fila para sacar la bandeja del almuerzo. Otros comían. Y yo solo miraba mi plato de comida sin ganas de probarlo.

—Me he sentido sin apetito desde la mañana. Ni si quiera pude dormir bien. 

—¿Pasó algo?—me miró con recelo.

La verdad es que no había podido dormir porque había algo que me preocupaba un montón. Ayer, después de clases el profesor de matemática me llamó para hablar.

Yo había pensado que se había dado cuenta que me dormí la mitad de su clase y que me pondría castigo.

Pero la cosa era mucho más compleja.

—Sabes por qué te he llamado, ¿verdad?

—Tengo una leve sospecha—contesté.

Me miro con autoridad y se cruzó de brazos.

  — Ya. Puede que me haya dormido un ratito—le dije cabizbaja. Mi profesor elevó las cejas. 

Sus cejas parecían no conocer las pinzas. El profesor Carlos me caía bien. Pero sus grandes cejas y ojos color celeste profundo me lograban intimidar bastante.

Suspiré.—Si, bueno, puede que haya sido más de un ratito. 

Le sonreí avergonzada.

Los nervios me atacaron. No solo porque tenía su mirada puesta en mí, si no también porque comenzó a negar con la cabeza y ubicó sus manos en las caderas.

¿Qué fue lo que hice mal? No recuerdo que él me haya pillado copiando en el examen de la semana pasada. En ese caso estaría muerta.

Perdón mami.

Si ese era el caso me lo hubiera dicho en aquel momento. Entonces ¿qué?.

—Escucha Michi. Sé que tu familia ha estado pasando por un difícil momento. Pero tus notas han comenzado a bajar. No sé si esto pasa en las otras asignaturas, pero en la mía sí. 

Baia baia 

Hasta mi profesor se había enterado. Yupi.

—¿Qué quiere decir con eso?

—Aún queda medio año para que logres subir tus notas. No te quiero presionar pero tus resultados no son buenos. Si el año escolar se terminara hoy, en mi asignatura, reprobarías.

¿Qué?

—Sí, y luego me dijo que estaría supervisando mis notas y que no podía volver a dormir en sus clases porque reprobaría sin duda alguna. Ah, y que si seguía bajando llamará a mis padres.

Jess me mira estupefacta por todo lo que le he dicho. Reprobar nunca ha estado en mi mente, porque nunca me había preocupado de eso. Soy como cualquier alumno promedio, que saca buenas y malas notas. Siempre regular.

Pero parece  que matemática se estaba volviendo mi problema.

—Sabes que te ayudaré. Buscaremos tutores o lo que sea. Pero de ésta te salvas sí o sí.

—Eso espero—contesté.

Sonó el timbre que nos indicaba que el recreo de almuerzo había terminado. Me despedí de Jess ya más despreocupada porque sé me ayudará a buscar una solución.  

Contarles a mis padres era mi última opción. Aunque papá haya estudiado ingeniería y sea bueno en esa materia, suficientes problemas tenía ya como para pedirle algo de ayuda.

 Me entretuve mirando las cosas de mi casillero. Está asqueroso. 

Saco la croquera. Me quedo mirando un chicle pegado, unas galletas que nunca me terminé y una manzana podrida.

Iug.

Tendré que limpiarlo algún día.

Miro la hora. Si no me apresuro cerrarán la puerta del salón. 

Para entrar a clases tienes 5 minutos -desde que suena el timbre-. Si llegas, y el profesor está dentro, hay que considerarlo como un recreo más largo, porque ningún profesor tiene permitido dejar pasar a alumnos atrasados.

Que desgracia.

Camino hacia el salón de artes mirando mi celular. Siempre que hay alguien a quien no quiero saludar lo hago. Y es que odio saludar a las personas. No sé por qué, pero lo hago.

El pasillo poco a poco se va descongestionando y es un alivio para mí.

Así que camino con la cabeza baja hasta que veo que me bloquean el paso.

Bueno, unos libros me bloquean.

Lo que paso después fue como sacado de una película.

Evan. 

Evan Gross.

Un hijo de puta de pies a cabeza.

Él y sus "amigos" que para mí, no eran más que una tropa de capullos, eran siempre encontrados en cosas ilegales. 

Lo irónico es que no podían hacer nada contra ellos, aparte de suspenderlos por un tiempo ya que, aunque no lo pareciera, son cerebritos.

Si, maldita sea, son unos inteligentes sin corazón. 

Si expulsaran al grupito el nivel del Instituto bajaría, porque cuando hacen exámenes nacionales, ellos son los que suben el puntaje. Nadie más que ellos.

Hubo un rumor hace un tiempo que decía que estaban planeando saquear un banco. No me sorprendería, tienen el coeficiente intelectual tan alto como para planear algo así. Pero son tan cabrones que no les resultaría.

¿Por qué ocupan su inteligencia en cosas tan vándalas?

Todo sobre ellos es un misterio.

Un estruendo me hace volver a la realidad. Uno de los neardentales empujó contra la pared a un chico. Alcancé a reconocerlo antes de caer. 

Era Tobías. 

Lo que sabía de él era poco, siempre callado y con sus audífonos puestos.

—Dijiste que pagarías hace una semana. Hoy en la mañana reviso mi cuenta y nada ¿qué mierda bro

—Y-yo no sé. Te juro que te he pagado.

El chico del grupo neardental lanzó una carcajada.—¿Crees que soy imbécil, maldito?

Se acercó abruptamente a él y le lanzó una patada en las costillas.

El grito fue espantoso. Yo no sabía que hacer. Estaba a solo dos metros de la escena y los demás estaban ya en clases, algunos mirando desde las ventanas. Si no llegaba a clase de arte, probablemente no podría entrar después.

 El chico se agachó y quedó a la altura de Tobías. —Quiero-mi-dinero—repitió lentamente—¿me escuchaste, baboso?

Tobías asintió repetidamente. 

El chico le dijo que se fuera de su vista en cinco segundos. A los tres Tobías ya no estaba.

—¿Y tú que miras?

Oh mierda. 

No se habían dado cuenta que estaba ahí.  Hasta ahora.

Opté por no responder. Solo quería llegar rápido al salón. Comencé a caminar rápidamente hasta que sentí un tirón. Me habían agarrado de la mochila, deteniéndome el paso.

—Miren a quien tenemos aquí—algunos rieron.

No sé que carajos estaba pasando. Pero no era nada bueno. 


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⏰ Última actualización: Jan 19, 2018 ⏰

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