Antes de que comenzaran a leer, me gustaría que evitaran comentarios ofensivos, ya que el tema a tratar nunca debe ser motivo de burla y se debe tomar con calma y discreción.
Se sabía que la sociedad estaba cada vez más podrida cuando juzgaban a un niño por querer hacer lo que más le gusta sin miedo algo. Cuando los estereotipos fueron mayores porque el azul es de niños y el rosa de niñas o los niños deben jugar con carritos y las niñas con muñecas, y aquel que osara a ir en contra de la marea se le prohibía como si lo que estuviera haciendo fuera lo más malo del universo y, si no prestaba atención a las advertencias, se le era excluido cual criminal, cual fenómeno.
Byun BaekHyun a sus tiernos siete años entendía muchas cosas que se suponía solo los adultos debían entender y sin prevenirlo se había convertido en todo lo que la sociedad había intentado ocultar como se quería ocultar el sol con un dedo. Él sabía, pero no le importaba. Él sabía, pero no se avergonzaba.
¿Qué tan malo era ser diferente? ¿Qué tan malo era querer hacer lo que más se desea?
BaekHyun no lo entendía y creía que no lo entendería nunca, porque lo que hacía y sentía no era malo. Él no era un criminal como para ser juzgado sin siquiera conocerlo. Él no hacía nada malo y tenía el apoyo de su familia como para dar marcha atrás y arrepentirse de algo tan normal que podía sucederle a cualquiera. Y era consciente de la verdad oculta en los ojos de muchos, de los anhelos que dejaron atrás para llevar una vida supuestamente normal y terminaron por sentirse tan patéticos, cobardes e insatisfechos con lo que habían hecho. Fuera de lugar, condenados a vivir una vida que no querían y que no era suya.
BaekHyun pensó mucho en ello y, sin poder evitarlo, tomó una decisión final.
Él era muy joven, un niño que apenas había cumplido los siete años, pero que sabía lo que quería y lo hacía sin pensar en las posibles consecuencias. Muchas veces terminó metido en acontecimientos que habían herido su pequeño corazón, pero él era fuerte y no era absolutamente malo lo que hacía. Él se sentía bien y era lo único que importaba.
Cuando cumplió sus tres años, BaekHyun vio un significativo cambio en su vida, en su desarrollo, en todo. Su familia también lo notó, pero decidió callar y permanecer atenta, para no interferir en lo que hacía, a pesar de lo tradicionales que eran. Sus gustos curiosos se hicieron distinguir cuando de repente llegó en una cena familiar y dijo que quería ser niña. El silencio se había extendido mientras la tensión aumentaba y BaekHyun era casi inconsciente de lo que había provocado en su familia. Fue un impacto, un fuerte impacto al que no supieron cómo reaccionar y se vieron obligados a tomar decisiones que de alguna manera se evidenciaron a lo largo del tiempo como una muestra de casi un deterioro.
Y, sin embargo, BaekHyun pensaba que era normal lo que quería y sentía.
Hasta que comenzó la guerra que hirió el tierno corazón de Byun BaekHyun.
—¡Eres una vergüenza! ¡Un fenómeno!
Se supone que la familia estaba para apoyar tus decisiones a pesar de lo fuertes que sean. BaekHyun no entendía y le dolía el pecho cada vez que escuchaba las palabras hirientes venir de su abuelo paterno. Era demasiado doloroso, él quería con todo su corazón a su abuelo y cuando recibió una apuñalaba por la espalda, fue como una revelación para él. Todo se aclaró en su mente y en ese mismísimo instante él supo que lo que quería no era correcto y que ya nada podía enmendar lo que había hecho.
Aunque nunca se arrepintió.
BaekHyun aprendió esa vez que las personas hacen todo lo posible para destruir a otras con simples palabras. Aprendió que no siempre se debe confiar en la familia.
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Sinner © ChanBaek
FanfictionByun BaekHyun tenía gustos curiosos. Le gustaba las cosas de niñas. Le gustaba utilizar los vestidos de su madre, maquillar su dulce rostro para parecerse a esta y tener su cabello largo para trenzarlo como tanto le gustaba. Él era una princesa. Él...