Capítulo 3: Nervios

12 3 0
                                    

Los nervios siempre nuestros compañeros en cada momento que pasamos. Nunca fallan, nunca faltan a ningún acontecimiento que pasa en nuestras vidas. A veces son más potentes para algunas personas que para otras, pero todos los padecemos. Hasta tal punto de parecer contagioso. Siempre traen consigo un compañero, a veces es la risa, otras el llanto, la alegría, y alguna que otra vez, la desesperación, la impaciencia o el agobio. Depende todo de la situación que sea. Siempre lo mismo, positivo y negativo. ¿Por qué no se consigue un estado neutro de todo?

Eso mismo es lo que estoy pensando ahora. ¿Por qué tengo que estar tan nerviosa? No va a pasar nada, es siempre igual, una fiesta de otoño más. Pero, entonces, ¿por qué sigo igual de agitada? Mis pensamientos son un desorden, al igual que la habitación en la que me encuentro. ¿La situación? Estamos las cuatro eligiendo vestido, cada una del color que le favorece más.

"Clarissa pruébate este rojo, seguro que te favorece tu gran figura." me dice pícaramente Iris.

"La verdad que no le quedaría mal, pero creo que es demasiado para esta ocasión, la verdad." le contesta sinceramente Caroline.

"Creo que me debería poner el blanco de encaje descotado con detalles plateados, es lo mejor para combinarlo con mi pelo." les digo a las dos hermanas.

"Y lo que yo opino es que deberíais estar con el traje puesto ya." nos reprocha Merlyn impaciente ya.

Rápidamente nos vestimos todas, y empezamos a hacernos nuestros peinados. Caroline se hace un recogido elegante que le queda perfecto para su traje azul oscuro y sus pendientes plateados. Por contra, Iris se recoge el suyo con una tiara que, como a Caroline, le queda como la seda con su traje rojo. Y por último, Merlyn me lo recoge a mi en una trenza lateral, que remarca mis betas rubias sobre mi pelirrojo salvaje, dándome un aire altivo, con fuerza.

Y otra vez volvieron esos nervios incontrolables. ¿Pero qué me sucedía? Sentía como si alguien estuviera controlando mis emociones, me sentía como una marioneta controlada. Estaba ocurriendo como en los momentos que los nervios están ligados con el agobio, estaba cohibida. Necesitaba mis alas para sentirme libre, y agradecidamente, llegaron justo cuando abrimos las puertas de la habitación para ir al salón principal. Caminando por el pasillo muchos recuerdos se me vinieron a la cabeza, y todo empezó a dar vueltas. Antes de que me diese cuenta estaba tirada en el suelo.

Me levanté en unos brazos que me rodeaban con toda su fuerza, mostrando de esta manera, la gran preocupación de la persona que me sostenía. Empecé a abrir los ojos poco a poco sintiéndome soñolienta. Mis oídos empezaron a pitar y después de unos segundos escuché puro alborote a mi alrededor.

"¡Clarissa! Por favor contéstame...No me dejes así sin sentido..." escuché a George decir.

Abriendo completamente mis ojos, me di cuenta que la misma voz que había dicho esas palabras, era la misma que me sostenía en sus brazos. Que protegida me sentía. Casi automáticamente me arrimé más cerca de George, se sentía bien. Nunca me había dado cuenta lo bien que se estaba así con él. Debía ser por el hecho de que siempre lo he tomado como un amigo, pero sus palabras no se habían sentido así. Tampoco iba a pensar mucho en ello, no sabía si había sido él, el que había dicho eso.

"¿Qué ha pasado?" les pregunto con un tono de voz muy débil.

"Estábamos las cuatro de camino al salón, cuando te escuchamos caer al suelo, y George vino inmediatamente a ver qué había pasado." dijo preocupada Merlyn.

"Parecía que estuviera justo ahí como si supiese que iba a pasar...Sospechoso George, he de decirlo." especuló Iris con su espíritu aventurero, pero lo único que consiguió, fue ganarse una mirada dramáticamente fría por parte de George.

"¿Seguro que estás bien? No creo que debamos ir a la fiesta..." contestó Caroline con un tono de angustia.

Rápidamente me solté del agarre fuerte de George, y me incorporé para tratar de no preocupar a ninguno de los presentes.

"Tranquilos, ha sido un simple mareillo de nada. No se va a cancelar fiesta ni nada, que para algo nos hemos preparado." contesté dejando claras las cosas.

"Conde Fray, no creo que sea lo más adecuado-"decía George, pero le corté drásticamente.

"George, se que estás preocupado, todos lo están, pero te digo de verdad que no ha sido nada, hazme caso."

"Bueno, tu sabes que me preocupas demasiado Clarissa. A la mínima que estés mal, me avisas y nos vamos a casa al instante." me propone George.

Asiento con la cabeza y las hermanas me miran aliviadas. Sabía que tenían ganas de esta fiesta, lo llevan queriendo desde hace mucho tiempo, y no soy quien para romper las grandes esperanzas que tenían.

"Bueno, ¿entonces nos vamos hacia las carrozas?"sugiere Jason evitando todo el drama que acaba de pasar.

"Sí vayamos ya, se ha hecho un poco tarde con todo lo que ha pasado. ¿Estás bien para ir, no Clarissa?" me pregunta el conde Fray.

"Sí tranquilo. Vámonos ya, que como nos demoremos un poco más, a las tres fieras les van a salir humo por las orejas." bromeo con el conde.

"¡Lo hemos escuchado!" me gritan las tres hermanas a la vez, a lo que los dos nos reímos.

Cuando llegamos a las carrozas, George me pide un momento para decirme algo y por ello justo antes de montarme, le espero. Mientras que está llegando veo lo guapo que va vestido. Con un frac azul marino oscuro, que casi parece negro, pero no lo es. Ya sabía que George era así, pero nunca me había fijado en él de esta forma. Se pasa la mano por el pelo mientras que me mira, y sonríe un poco de lado. Justo antes de estar a escasos centímetros de mí se para, pone su brazo alrededor mía, y me mira a los ojos.

"No te lo he dicho antes porque estábamos delante de todos, pero estás guapísima. La más guapa de las cuatro." me dice susurrándome al oído.

Y así es como hace que esos sentimientos de nerviosismo vuelvan a mí de nuevo. Y esta vez no es por agobio, sino por una felicidad inmensa.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~  

Espero que os esté gustando por ahora.

Y cosas sucederán más adelante

Estoy emocionada.

Bueno eso...

Muchas gracias, un abrazo,

Psicounitato.

La Chica IndomableWhere stories live. Discover now