Pétalos Blancos #TRUR 2

6˚Vacía.

Aun falta mucho para el capítulo del club :v pero como había dicho paso del pasado al presente y así :v

Y es que había veces en que la vida me dolía, el corazón me dolía y mi mundo se volvía a caer. Pero lo peor de todo es que estaba ahí, no había nadie que me sostenga, me encontraba perdida en mi mundo aquel que se caía cada 2/3 y no podía encontrar la estabilidad en mi vida.

Por que no era tan fácil, llegar y decir: "¿Me ayudas, me duele la vida, el corazón, el alma, mi mundo?" 

Mi vida consistía en algo simple, más bien era una rutina:

De la casa a la escuela y de la escuela a mi casa.

Tenia un cuerpo pero estaba vació, nada me llenaba, la vida me parecía tan aburrida. que sabia que al primer indicio de salida, correría, escaparía y jamas miraría hacia atrás. Pero la salida jamas llego... y con el paso del tiempo, me debilitaba más, me aburría y al final de todo me acostumbre, me conforme.

Así fue como caí en la oscuridad y pase a lo peor, mis ganas de escapar se fueron, ya no había nada a que aferrarme para salir ni yo misma podía serlo. Mis sonrisas nunca eran verdaderas, la alegría solo era un estorbo en mi vida, mi risa era tan falsa, pero nadie se daba cuenta y así era mejor.

Mi familia se había roto desde que tenia memoria, mi padre pasaba más tiempo fuera y mi madre se desquitaba conmigo, ¿Y mi hermano?, mi hermano ya no estaba, el me había roto, era mi héroe por que papá no podía serlo y me fallo. Tenia tanto tiempo que el había huido de esta casa, de aquella vida.

El había helecho lo que siempre soñé.

Y así de la nada, caí al vació.

Crecí viendo como el amor entre mi familia se perdía y el dolor fue mi gran amigo. Y jamas quise amar, ni querer, conocía lo que era y como dolía; me aleje de todo eso.

Tener amigos no me importaba, ni lo que pensaran de mi, pero como todo; cuando no sacas nada y todo se acumula, llega el momento en que explotas, te entregas al dolor y al llanto.

Y los resultados fueron esas cicatrices, aquellas que siempre van a estar a mi lado. De un momento a otro había caído en eso, jamas supe como entre... no podía estar sin ello, lo necesitaba. Me hacia sentir tan feliz, a mi cuerpo vació le sentaba tan bien toda esa dopamina liberada. Y por más que sabia que estaba mal, que estaba condenándome... no lo deje.

Y en un momento de mi vida, donde la oscuridad estaba por reinar, apareció una luz; y fue una locura, me aferre a ella, le di todo, me permití amar, pero ame a ciegas. Lo quise tanto, lo ame tanto, que jamas pude descifrar el sentimiento.

Pero como todo lo que quiero se fue, pero me enseño a no caer; lo quise y el a mi, me enseño el lado bueno de la vida, me levanto me dio sus propias alas con tal de verme volar y me rompió el corazón y  al final de cuentas aprendi que millones de personas llegaran a tu vida, algunas se quedaran otras no y muchas de ellas te van a lastimar pero eso te volverá más fuerte, aprendes de tus errores y le encontré un poco de sentido a mi vida.

Ahora estaba vacía, pero tenia ganas de seguir aquí, la vida no me aburría y si lo hacia no importaba. Deje las rutinas y me adentre al mundo que yo quería, comencé a vivir aun vacía pero comencé a vivir.

Y entonces apareció Antua, quien me ayudo a sanarme. Aquel chico de la azotea que me regaño por fumar y le dio sentido a mi vida, el se convirtió en lo que perdí desde muy chica, Antua seria mi hermano no de sangre pero lo seria.

Antua me mantenía a flote, es mi ancla; cuando mis demonios salían el lucha con espada en mano y me rescataba, le debía tanto.

Pero aun me sentía vacía y quizás siempre seria así, pero lo importante es que tenia ganas de vivir.

-Siempre juntos, pequeña lagartija. -Dijo mientras me daba el abrazo.

Estábamos en el Aeropuerto, pronto mi vuelo saldría hacia mi lugar de origen. Quería que el viniera conmigo pero era imposible, serian solo dos meses.

-Siempre juntos Antua- Dije mientras intentaba retener las lagrimas, me separe de el y con maleta en mano me dirijo a abordar mi vuelo.

Y antes de perderle de vista, vi su sonrisa aquella que me salvo.

Se acercaban tiempos difíciles.