22. Estará bien

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Estaba muy preocupada, no había otra manera de describir mi estado luego de recibir esa llamada por parte del novio de mi mejor amigo y había una razón muy clara de esto: Félix no aparecía desde que había salido por un mandado para el embarazado, pero había tardado lo suficiente para alterar completamente a Spring.

El rubio siempre trataba de no alterarse por lo delicado de su situación pero este no era el caso, me llamó llorando, con la voz quebrada, como si me estuviera diciendo que Félix se había muerto; debo admitir que también me asusté pero debía pensar las cosas de manera más fría para poder calmarlo.

Le llamé a Fede para que cuidara de Spring, aunque él se ofreció a buscar a nuestro amigo, yo me negué a esto porque sabía que era más probable que terminara buscándolo a él también, su sentido de la orientación no era el mejor.

En cuanto Fede llegó a casa de mi mejor amigo, lo hizo junto a Bonnie, al parecer estaban juntos cuando hice la llamada pero mantenían la distancia y, aunque ninguno mantenía la misma efusividad que mostraron al usarme de intermediaria, de alguna manera sabía que estaban tratando de que tomar esa oportunidad para experimentar algo diferente aunque no se llamara amor.

Pero podría preocuparme por ellos después, ahora me dirigí por la zona donde suponía que se había perdido el pelirrosa y encontré su celular con la pantalla estrellada y apagado... muy bien, era momento de caer en preocupánico... no sabía cómo tomaría esta noticia Springtrap pero debía buscar mas evidencia antes de alertarlo sobre esto.

No tenía muchas pistas para empezar, así que decidí caminar por los alrededores para encontrar algo que me pudiera ser útil hasta que escuché unas risas a lo lejos.

Al principio no le tomé importancia a esto, ya que lo más lógico era que fueran personas paseando, alguien que no fuera de mi incumbencia pero reconocí la voz masculina que se acercaba hacia donde yo estaba.

-Tengo que apresurarme... mi conejito debe empezar a preocuparse por mi ausencia -Definitivamente era Félix.

-¡Félix! -Corrí hasta donde estaba el pelirrosa, acompañado por dos albinas y lo abracé para sorpresa del resto de los presentes.

-Vaya con nuestro amiguito... éste jala parejo... -comentó la más alta al ver cómo abrazaba al pelirrosa pero es que estaba tan aliviada de verle bien que casi lo besaba de la emoción, aunque obviamente no lo hice.

-No, no, no. Ella es Lily... mi mejor amiga... por cierto, ¿qué haces aquí, cariño? -Me habló con calma, dando un par de palmadas en la espalda, lo que me recordó a lo que había ido.

-Springtrap me llamó llorando... está muy preocupado porque no aparecías ni contestabas tu celular. -Le mostré el cadáver de su teléfono que había encontrado para mirarle a modo de reprimenda, mostrándome como el color se escapaba del rostro de mi amigo.

-¡Mi pobre conejito! -Apenas pronunció estas palabras y se dirigió hacia un taxi, siendo que me dejó sola con las chicas que lo acompañaban, pareciéndome conocidas... tal vez asistimos a la misma escuela.

-Puppet, Meg... un gusto. -Presentó de manera simple la más alta luego de señalarse a sí misma y a la de mechón rosa, respectivamente, con una dulce sonrisa y les asentí con la cabeza para responder al saludo.

-Lily... también es un gusto pero... Meg me suena conocido, ¿acaso tú no eres...? -Pero antes de que terminara mi pregunta, fuimos metidas al taxi (supongo que apenas se acordaba Félix de que tenía compañía) y llevadas lo más rápidamente posible a la casa de este.

No pude volver a hablar con Puppet y Meg, ya que el chico me exigía saber sobre el estado de su querido rubio y lamentaba la tardanza que había ocasionado ese estado de alteración.

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