Es increíble cómo la vida cambia, como un simple momento que crees sin consecuencias te cambia la vida entera. De pronto, tu relación que creías que duraría toda la vida, se derrumba; la gente a tu alrededor va descubriendo el mundo desde distintos ojos, como si una decisión personal afectara a todos de alguna manera.
Toda la independencia con la que te has manejado, queda en segundo lugar porque, más allá de obtener una relación y una familia extra, también hay un pequeño ser en tu cuerpo que come, respira y se mueve dentro de ti; provoca un montón de molestias físicas y emocionales, no tienes control sobre tu propio cuerpo y empiezas a asustarte por el futuro.
Pero también está el otro lado, el que te llena de ilusión y esperanza, saber que nunca más estarás solo, hasta el momento en el que este pequeño bulto en tu estómago decida hacer su vida pero para eso falta tanto... Hay tanto por vivir y aprender pero sabes que no lo harás solo, Félix —que quizá no hubieras conocido si no fuera por ese campamento mágico— te acompaña, te cuida y te ama, al igual que a ese inesperado bebé de ambos y estás seguro de ellos porque la ternura y felicidad que emite al acariciar y hablar con el fruto de su amor, es innegable.
O al menos eso es lo que me dice papá Springtrap.
Ha pasado tanto tiempo desde que todo inició, todos han pasado por diferentes situaciones y han cambiado, mucho o poco pero es inevitable pensar que ese cambio existió y, lo más probable, es que sean mejores personas, más maduras por las experiencias y conocimientos que obtuvieron.
Mis padres me cuentan que, si yo no hubiera existido, tal vez las vidas de las personas a nuestro alrededor serían muy distintas pero, más allá de ser casi un fenómeno de la naturaleza al haber nacido de un hombre, no me explico en qué pude cambiar la vida de todos mis tíos.
Aunque eso no es tan importante de averiguar hoy mismo porque era mi cumpleaños y estaba ansiosa porque empezaran a llegar los invitados.
—Mi hija tiene el cabello más hermoso de todos. —Comentó mi papi Félix mientras cepillaba mi pelo y me crucé de hombros con una sonrisa, volteando a verlo un momento.
—Es porque es igual al tuyo... Aunque tú has dicho que te gustan más mis ojos. —Él me sonrió y me dió un sonoro beso en la mejilla, que me hizo reír.
—Es porque son idénticos a los de Springtrap. De hecho, me encanta que te parezcas tanto a él. Ahora, ve a recibir a los invitados mientras tu papá y yo terminamos todo para la fiesta.
Así que, después del vestido y el peinado, haría lo que papá me dijo, por lo que salté emocionada y aún más cuando llegó mi tío favorito.
—¡Lori!
—¡Tío Foxy! —Corrí hacia el enoprme pelirrojo para que me levantara y me diera vueltas en el aire, era bastante divertido. Después fui recibida por mi tío Golden, su novio y le hablé a él en un tono que, para mí, era confidencial —¿Cuándo me van a traer un primo? Dijiste que ustedes harían un bebé —Hice un puchero luego de decir eso, recibiendo un par de besos en la mejilla para luego oír la risa del rubio.
—En eso estamos, cariño, pero para hacer un bebé hay que trabajar mucho. —Al decir esto, guiñó el ojo a mi tío Fox y él se sonrojó.
—¿Estás bien, tío? Te pusiste muy rojo. —Él se aclaró la garganta.
—Sí, princesa... ¿Ya llegó la enana?
—Nop... Ni mi... ¡Madrina!—Chillé antes de correr con ella y besar la mejilla de la mujer de lentes con cabello azul. Papá Félix dice que ella estaba tan feliz por ser mi madrina que sugirió para mi nombre el que a ella le hubiera gustado tener.
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Fresas con Chocolate
Short StoryDurante la prueba del bosque encantado, Félix y Springtrap se separan de sus amigos y terminan perdidos. Por capricho del bosque, se encuentran en una cabaña mágica y pasan ahí la noche de forma "especial". Ambos saben que no pueden estar juntos per...