Las inquietudes de fatima 6

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Quede parada, sin habla, sin saber como expresar la felicidad que sentía, que había sucedido, ¿mi amiga me había mentido? No entendía nada. – Pero profesor García, tenia entendido que ya no daba clases particulares, y marche por que no.. No me encontraba bien. – Señorita, lo que ocurre, es que todo el mundo no es usted, y usted si las necesita, y para que nadie vuelva a molestar, seria usted tan amable de no comentarlo con sus amigas y no tener que rechazar a nadie mas, gracias, si le va bien, esta tarde a las 6 en mi casa, continuaremos con la lección.- por supuesto señor garcía, me fui para casa con una sonrisa de oreja a oreja, y sintiendo ese escalofrío que me era tan grato y deseado, sabiendo igualmente que no tenia que pasar nada que solo era para darme clase, pero el solo hecho de estar a su lado y olerlo tan cerca ya me hacia feliz.

Al entrar por la puerta, ver de nuevo su casa y escuchar esa música, me inspiro a entrar en una nube dulce y calida, de repente al acercarme a el me sonrió y su mano toco mi mejilla y su dedo mis labios, poco a poco y sin darme cuenta nos estábamos besando, diosss, ese beso que recordare toda la vida, como sus dientes mordisqueaban mi labio, y mirándome me dijo

–Señorita Fátima, no imagina el tiempo que llevaba deseando hacer eso, enrojecí y mirándolo sonreí.

Las inquietudes de FátimaWhere stories live. Discover now