"Silencio" 4°

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El grupo de Namjoon decidió esconderse

El grupo de Yoongi no sabe de la prescencia de Vladimir

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No solo estaba más que oscuro afuera, sino que la perpetua neblina se había transformado en una llovizna agobiante. Jungkook temblaba en su sitio, detrás del gran oso disecado, observando la ventana queriendo escapar a toda costa. Se refugió debajo del oso lo mejor que pudo e intentó abrir la ventana, pero al comprobar que estaba cerrada, golpeó fuerte con los puños.

Dos habitaciones a la izquierda, Jimin y Jin temblaban debajo de dos camas individuales.

Estás bien Jin, estás bien; todo va a estar bien.

Se secó con sus palmas; seguía temblando violentamente, después se abofeteó el rostro con ambas manos, tratando de decidir qué hacer a continuación.

Tenemos que escondernos, tenemos que ocultarnos.

Oh, Dios; pensó que iba a vomitar.

Alguien abrió repentinamente la puerta y a Jin casi le da un ataque al corazón. Jimin comenzó a llorar con una mano en sus labios para hacer el menor ruido posible. Las puertas se abrieron hacia adentro para revelar a un hombre mayor de aspecto tenebroso, vestido de traje y corbata.

Vladimir Ivanov se dio una última mirada en el espejo a su lado, se arregló el cabello y trató de verse lo más parecido a alguien normal. Luego, con total cansancio, se recostó sobre la cama más cómoda. Jin casi grita cuando sintió el cuerpo del hombre hundiéndose en el colchón sobre él.

-Alguien estuvo aquí...- Dijo. -O está-

Apenas terminó de decir la última palabra se escuchó un fuerte chirrido metálico en el piso inferior. Se quedaron inmóviles y por un largo momento Jin se preguntó si se trataba de una tubería que había estallado o… Vladimir se puso en movimiento rápidamente, corriendo de vuelta por donde había venido.

-No hay señal- Dijo Jimin, secándose unas lágrimas. -No podemos llamar a la policia. Estamos atrapados, encerrados-

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Yoongi, Hoseok y Taehyung avanzaron espalda con espalda por los pasillos, cada uno mirando en todas direcciones. De esa forma podían asegurarse de que no los estaban siguiendo y de que no iban a tropezar con ninguna de las figuras disecadas o con los adornos que obstruían el camino.

Yoongi echaba un vistazo dentro de cada habitación que pasaban y hacía un recuento mental de lo que debía haber en cada una. Cerca del final del pasillo, se detuvo, con la mirada fija en el piso.

-Rayos- Susurró.

-¿Qué?- Taehyung se volvió para mirarlo. -¿Qué sucede?-

-Se supone que los chicos nos esperarían en el salón, pero todavía no llegan-

Taehyung pateó el suelo y después se tambaleó hacia atrás, golpeándose con la pared.

-¿Quién está ahí afuera? ¡No seas cobarde y muéstrate!- Gritó una voz grave. Hoseok se colocó junto a Yoongi y detrás del gran sofá. -¡Sal de tu escondite rata sucia!- Gritó aquella voz hasta quedarse ronca. Yoongi escuchó a Taehyung respirar profundamente y estremecerse.

Se quedaron callados y escucharon. Detrás del sofá, Taehyung percibió claramente el sonido de pasos. Pensó que había oído un clic, tal vez el golpeteo suave de los tacones de una mujer. Pero después, nada.

Escucharon cómo los pasos se alejaban del salón y se apagaban. Taehyung comenzó a temblar, hundiendo sus talones en el suelo.

-Mierda... es Vladirmir, joder-

-Cambio de planes- Dijo Yoongi. -Démonos un momento para recuperar el aliento y después intentaremos encontrar a los demás juntos, ¿está bien?-

Hoseok asintió. Él tenía razón, entrar en pánico no los ayudaría. Entonces oyó un sonido como de un zapato que raspaba contra madera. Venía de la escalera detrás de ellos.

-¿Qué fue…?- Pero no pudo terminar la pregunta. Una figura oscura emergió y se lanzó hacia ellos.

Yoongi escuchó un golpe seco y hueco, y Hoseok cayó en sus brazos. En lo último en lo que pensó Yoongi antes de caer fue en Hoseok, en lo lindo que se veía en ese momento, como si estuviera bailando, con los labios entreabiertos y su cabello deshaciéndose.

Entonces sintió el golpe en la parte de atrás de su cabeza.

-¡Dios mío! Oh Dios mío, oh Dios mío- Farfulló Taehyung, temblando descontroladamente, mientras intentaba asimilar lo que estaba viendo en el haz oscilante de su linterna.

El hombre se volvió para mirarlo y comenzó a pasar la palanca de una mano a la otra. Llevaba guantes negros. Taehyung no podía quitarles los ojos de encima. Los asesinos usaban guantes negros.

Corre.

Nunca había sido un héroe ni un atleta, pero un instinto que no reconoció, uno que provenía de un profundo pozo de miedo, lo impulsó a correr. Taehyung corrió apresuradamente, sin importar que. Necesitaba regresar. Necesitaba la seguridad de estar rodeado de otras personas. Necesitaba decirle a la policía lo que había encontrado.

Taehyung intentó abrir la última puerta de aquel pasillo. Pero fue imposible. El candado, el maldito candado brillaba victorioso sobre la cerradura demostrando que no podría salvarse de aquello.

Él arremetió contra el hombre, jadeando, viéndose como Rambo en su cabeza, pero probablemente solo como un búfalo ebrio en la realidad. No importaba.

El hombre que sostenía la palanca se tambaleó hacia atrás, sorprendido, y cayó al suelo cuando chocó con fuerza contra él. Taehyung oyó un fuerte chasquido y esperó haberle roto una costilla. Elevó la rodilla, apuntando a darle donde sabía que realmente le dolería, pero el hombre bloqueó el golpe con una patada. Unas manos de acero sujetaron los brazos de Taehyung y los separaron. Ya no tenía inmovilizado al hombre, que rodó y lo aprisionó contra el suelo.

-¡Imbécil!- Siseó.

-¡Ayuda!- Gritó Taehyung, lo más fuerte que pudo. Pero las manos del hombre le presionaban tan fuerte el pecho que sonó como un susurro.

La cabeza de Taehyung pegó contra la alfombra, que sirvió de poca protección contra el piso que estaba debajo, que debía ser de concreto, a juzgar por lo que le dolió el golpe.

Se le nubló la vista; surgieron borrones negros, azules y morados entremezclados, inseparables. Eso era todo. Iba a morir. El tiempo pareció comenzar a ir más lento; los momentos se alargaron como trozos de algodón estirados cada vez más.

 El tiempo pareció comenzar a ir más lento; los momentos se alargaron como trozos de algodón estirados cada vez más

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La decisiones ya empiezan a modificar la historia...

¿Qué piensan que hubiera pasado si Yoongi no hubiera puesto el candado en la puerta?

Elijan con sabiduría...

💙 MoonFantasy_Goddess 💙

Decisiones Peligrosas {BTS x BTS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora