Noches

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Sombras siniestras y tibias ahogando almas cautivas,
Trayendo vagos recuerdos de todas tus mentiras.
Lágrimas y whisky son una inefable compañía
Y la frescura de la noche calma por ratos mi agonía.

Mas no es suficiente sólo beber y llorar,
Habiendo penas en mí que dejaste al marchar,
Echando a la basura mi ego y mi vanidad,
Volviste realidad mis miedos sin tener piedad.

Pero al final, en este pináculo de soledad,
Puse en tela de juicio tu amor y tu bondad,
Pensando que tal vez por siempre me ibas a amar,
Recordando tus besos y tu forma de andar.

Y la verdad, no sé qué hacer con esta alma vacía,
En este día lleno de recuerdos y melancolía,
Escribiendo rimas tristes que en ocasiones inspiras,
Y vuelan hasta ti como las aves enloquecidas.

Reemplazo y DesprecioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora