Llanto sin Lágrimas

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Hay tinta corriendo en mi cuaderno como sangre por mis venas
Algunas veces ambas se desbordan cuando me invaden las penas
Vi arder habitaciones, vidas y las hojas de mis peores poemas
Sentí en mis manos las llamas por todos aquellos por quienes las metí al fuego
En éste juego de sonreír cuando no puedes, de dejar las cosas para luego.

Era carismático antes de que mi mente comenzara a deteriorarse
Era feliz, más cuando el sol se apagaba y el día estaba por terminarse
Bajo la regadera hubo un vaivén de rimas que ya no recuerdo
Bajo las sábanas el llanto de los amores fallidos por quienes me pierdo.

Solía inspirarme algunas veces recordando lo que ya no será
Vivía medio muerto vagando hacia la felicidad que ya no volverá
Y ya no soy ese chiquillo que creía en el amor sin final
Que buscaba las risas de sus amigos para olvidarse de éste mal.

Ésta fatal contienda con mi mente que me ataca de forma persistente
Y seguir resulta tan difícil cuando no eres esa persona fascinante
Que ante los problemas siempre está de frente, con una sonrisa brillante
Con ilusión en la mirada, aunque su vida esté varada, alguien más valiente.

Y quiero regresar cada vez más a los días que lucían tan genuinos
Donde me preocupaba por qué tenis llevar y no por lo duro de los caminos
Cuando me sofocaban los suspiros y no lo denso de éste pésimo ambiente
Tiempo en el que mis poemas eran de amor, no un puñado de basura incoherente.

Y si ahora me he vuelto alguien más distante, es porque cargo aún con mi pasado
Una carga pesada, basada en historias que aún no he terminado
Y varado en el infierno estoy contando las horas que he vivido alejado
de mis seres queridos y lo cerca que estoy de acabar con mi vida colgándome del tejado.

Porque me he cansado de hacer como si nada pasara cada día
Cuando cuchillas se me clavan por la espalda y el peso de mis hombros es una agonía
Quedarme callado para que toda ésta tontería no parezca el desborde de mi locura
Pero mis demonios me envenenan el alma y mis ángeles trafican con la cura.

Y toda la basura de mi mente no deja de intoxicarme cuando busco una razón
Para sonreír, sin permitir que el corazón interfiera cuando tomo una desición
Y aunque no siempre hago lo correcto al guiar mis pasos por la vida
Sé que en éste camino tan duro, la muerte es la última salida para un alma perdida.

Reemplazo y DesprecioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora