Notas de amor ©

Capítulo 2 "Notas de amor"

Mateo

Me desperté, y como siempre de costumbre por las mañanas solía tomar una ducha y sentarme unos minutos en él sofá, para reflexionar un poco. Pero esta vez sólo podía pensar en aquella rubia, y lo que me había comentado Gaston, aún así seguía teniendo ciertas dudas sobre mi idea, no me juzguen, pensé en esto ya que eso de hablarle literalmente no me funcionaría, y más, siendo ella.

Ahora sólo era cuestión de ir al colegió y empezar a poner en práctica mi plan, del 100% estaba 80% seguro que podía funcionar, al menos eso esperaba, ya que él otro 20% era probable de que me descubriese y me avergonzará toda la vida; vaya que corría grandes riesgos. Lo único que quería era llegar al colegió, claramente antes debía comentarle del tema a Gaston, su opinión era muy importante él siempre me apoya y corrige, por eso es mi mejor amigo.

Entré a colegió con unos nervios indescifrables, pero en fin lo haría ¿no?, valía la pena.

—Hola amigo, ¿como éstas?
— pregunté sonriente.

—Debo suponer que bien, ¿y tú? Por lo que veo, lo éstas ¿o me equivocó?

—No, definitivamente no te equívocas, somos amigos ¿cierto? Quería pedirte tu opinión — dije rascando mi nuca.

—Claro, para que son los amigos
— sonrió levemente.

—Mira, estuve pensando en lo que dijiste ayer y quizás tengas razón debería arriesgarme un poco por, bueno ya sabes y tengo una idea. Mira se trata de notas — dije algo nervioso en espera de su respuesta, me miro dudoso y luego sonrió.

—En cerio, ¿Notas?¿qué clase de notas? — dijo confundido.

—No lo se, quizás notas en donde pueda escribir lo que siento por ella, eso pienso.

—No está mal amigo, pero por qué no se lo dices de frente y ya — dijo simple, a lo que yo lo miré confundido.

—No lo creó, mira si yo llegó a hacerlo lo más probable es que me rechacé, y es lo que menos quiero, tengo miedo a eso — dije sincero.

—Debo imaginarme, pero seria mejor que se lo dijeras de frente, al cabo que si haces notas, no pondrás tu nombre ¿o si?

—No, claramente no, serán anónimas.

—Lo ves, ella como sabrá quien es, quien las escribe, pero en fin es tu decisión.

—Bueno, gracias por todo pero elijo mi opción, es menos arriesgada —dije serio.

—De acuerdo, sabes que lo que sea cuentas conmigo — dijo  a lo que yo sonreí.

—Hola, ¿que cuentan? — dijo la voz de aquella morocha, sacando nos de nuestros pensamientos.

—Hola Luna —saludo alegre Gaston, ella era nuestra única y menor amiga.

—Gustó en verte — dije sonriendo.

—Si claro, él gustó es mio — dijo algo nerviosa, estaba sonrojada que raro. En lo personal, mucha gente cuenta que Luna está enamorada de mi, pero es algo que no creó solo somos amigos, me parece imposible.

—Bueno, ¿Como has estado Luna?
— intervino Gaston.

—Bien supongo.

—¿Por qué? ¿pasa algo? — cuestioné dudoso.

—No nada, sólo las chicas y eso ya saben, lo de siempre — dijo ignorando él tema.

—De acuerdo — dije sonriendo le, a lo que ella se sonrojó. 

—Si bueno, ¿vamos a clases? — dijo Gaston con un tono celoso. No entiendo que no es que le gusta Delfina, o es en realidad Luna, éste chico era demasiado complicado.