Capítulo único

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Hola *w* este fanfic es un regalo para una buena amiga que escribió un fanfic sakamutsu hermosísimo para mi ^^ gracias y espero que te guste esta pequeña historia :)

Dedicado a FranyHQ *w*

Advertencia: pareja Okikagu y Ginhiji

Cita invernal

Era un día bastante normal, o eso sería si no estuviese nevando sin parar, pero eso no le importaba mucho a las dos personas que se encontraban esperando en la entrada de la estación de trenes a sus parejas. Estas dos personas parecían bultos de ropa de lo abrigados que iban. El bulto rosa con orejeras en forma de su amada mascota era el miembro más joven de la yorozuya, Kagura, mientras que el bulto marrón y con ojos de pez muerto era Gintoki.

Ambos se estaban congelando mientras esperaban a sus respectivas parejas. Hace semanas que Kagura y Sougo habían preparado una cita, pero cuando Gintoki se enteró se negó a dejar a los jóvenes solos, pues aquello sería un peligro y no sólo para las personas de la ciudad. Por esa razón, Gintoki usó aquella cita como escusa para quedar con Hijikata, no es como si necesitase una escusa para ello pero aun le daba vergüenza rogar por quedar con su pareja.

Y por eso mismo se encontraban esperando con nervios a sus acompañantes. El gran reloj de la estación dio las dos en punto y comenzó a sonar durante unos minutos. Eso puso bastante más nerviosos a los jóvenes que estaban deseando comenzar con su cita. Al pasar cinco minutos empezaron a impacientarse por la ausencia del par del shinsengumi, pero al ser siempre Kagura y Gintoki los que siempre llegaban tarde, decidieron no darle importancia. Cuando la gran manecilla del reloj llego al diez, Kagura y Gintoki se prepararon para ir a buscar a sus parejas y traerlos de las orejas si hacía falta. Pero no lo hizo. En ese mismo instante vieron como el par de chicos avanzaba lentamente hacia ellos.

Con mucha emoción los de la yorozuya avanzaron con una gran sonrisa para abrazar a sus parejas... o más bien golpearlos.

- Sádico ¿Se puede saber porque me hiciste esperar tanto? - preguntó Kagura enfadada mientras tiraba de los pelos al chico que intentaba golpearle las costillas pero con la gran chaqueta no hacía efecto

Mientras tanto, Gintoki también gritaba a Hijikata, pero casi parecía más romántico que los jóvenes.

- ¡Imbécil! Creí que algo malo te había pasado - gritó Gintoki preocupado

Por una parte a Hijikata aquello le pareció adorable, pero por otra parte no tenía ganas de que las personas los observarán como a monos de circo ante aquel acto. Así que agarró de la capucha de su chaqueta a Gintoki, para arrastrarlo fuera de allí, llamando la atención de la otra pareja en el acto.

- ¿Qué haces con el jefe? - preguntó Sougo con una sonrisa burlona

- Lo está secuestrando - dijo Kagura preocupada

- Por el único que te tienes que preocupar es por mi - añadió Sougo con un poco de celos

- ¿Porque no vamos a tomar algo? - propuso Hijikata intentando calmar la situación y de paso sobornar a los jóvenes

Era obvio que aquello funcionaría, pero no se esperó tener a tres personas colgadas de si mismo, Sougo y Gintoki cada uno en uno de sus brazos, mientras que Kagura se colgó de su espalda como si fuese un Koala. Hijikata jamás imaginó ser padre, pero ayudar a cuidar ese par de desastres, alias Kagura y Sougo, lo agotaba a niveles extremos. Y a pesar de que Gintoki como el segundo adulto responsable debería ayudar, lo único que hacía era comportarse aun más infantil que los niños, como si necesitase de su atención todo el rato. Si Sougo quería algo, Kagura también y claro está, Gintoki no se quedaba atrás. Aquella situación quizás pareciese graciosa o adorable los primeros minutos, pues para el resto se verían como una extraña familia, pero para Hijikata había dos cosas que se estaban saliendo de control, primero sus nervios y segundo su dinero, si seguía así acabaría mal.

Cita invernalWhere stories live. Discover now