El enigma de su mente

Prólogo

Demián se encontraba en la esquina superior se su cama, tenía sus brazos aun  lado sosteniendo su cabeza, el dolor era insoportable le hacía desear la muerte.

Uno, dos, tres, cuatro, ése era el conteo de cada golpe que recibía su cabeza al impactar contra la pared; esas voces dentro de su mente no callaban y la punzada en su pecho incrementaba.

Merlina entro a la casa de Demián, extrañada por tanta oscuridad y desorden que yacía en el lugar

Fijo su rumbo hacía la habitación de Demián y lo menos que pensó era encontrarse con aquella devastadora escena, su corazón comenzó un ritmo acelerado y por sus mejillas las  lágrimas hicieron un camino.

Se acerco corriendo a Demián, lo pego a su pecho y depositó un dulce beso en su cien.

-Dime qué esto es real, te suplico qué no te alejes- dijo Demián con un tono apenas audible.

-Estaré contigo mi niño, y jamás volveré a irme, ahora por favor sólo duerme- susurro Merlina conteniendo los sollozos.

Y así, entre sus cálidos brazos Demián concilio el sueño que no hallaba en semanas.

                       ***

Oh por favor! No vas a creer qué todo ese montón de mierda es real? O si Demián?

Dijo la voz en su mente, resonaba tan clara y tan fuerte, con ese familiar tono burlesco que siempre usaba.

-deja me en paz!, deseo dormir y anestesiar éste dolor en mi pecho-  grito Demián a la nada, ya qué esa voz provenía de su propia mente.

Demián ella no es real, todo es producto de tu patética imaginación.

Jajaja ... En serio crees qué ella volvería para estar con alguien tan perturbado como tú.

CALLATE
CALLATE
CALLATE
CALLATE

-Tu tampoco eres real-
Grito Demián al espejo, soltando un puñetazo que enseguida estrelló aquél vidrio y cada trozo se incrustó en su mano.

Eres un maldito enfermo Demián, tu más que nadie lo sabes...

Añadió de forma sádica y burlesca aquélla voz dentro de su cabeza.