Capítulo 1

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Mi nombre es __(tu nombre)___ y tengo 17 años, vivo en una pequeña y tranquila ciudad llamada ___(tu ciudad)____. Mi vida es y siempre había sido tranquila, sencilla y simple, aunque prácticamente no me faltaba nada, tengo amigos, los mejores del mundo; una bonita familia.

Pero mi 'sencilla' vida de repente dió un giro inesperado, un día bastó para que sucediera.
Entré como todos los días a mi clase de literatura, con el profesor Adams. Siempre me he sentado hasta el fondo, a un lado de este chico, llamado Joel, Joel Pimentel, y ese día no fué la excepción. Nunca había sido cercana a Joel, para ser sincera nunca le había hablado antes; pero lo conocía desde hace ya mucho tiempo.
El chico siempre se veía con una mirada triste en sus ojos. Muchos me decían que su vida nunca ha sido muy buena pero, soy una chica con mente abierta, y pienso que la gente no es siempre lo que parecen ser. Ese día, yo trabajaba en una práctica cuando el profesor, el Sr. Adams disparó la pregunta con lo que todo empezó.
- Bien clase, trabajen con su compañero de al lado para comparar sus respuestas.
Todos se acercaron en pareja, pero yo solo me quedé ahí, insegura. No soy de esas personas que entablan conversacion rápidamente, ni tampoco soy muy sociable. Pero está bien, solo es un trabajo en clase. No conocía a este chico y siendo honesta no se veía muy agradable.
Así que me acerqué a Joel silenciosamente, asi sin hablar. El continuaba escribiendo lo que sea que el estuviera escribiendo, pero de algo estaba segura, no era nada relacionado con la materia.
- Uhm, ¿Quieres leerme tu respuesta? - Le dije en un bajo tono de voz, fué la primera vez que me dirigía a el. Joel se veía tan guapo, lo era y mucho. Siempre lo había dicho. Y, sabía que si me sinreía, me iluminaría el día; el problema se situaba en que, él nunca lo hacía.
-No. - Apenas y me contestó, fué casi un suave susurro, se escuchó seco y frío.
-Bueno, entonces ¿quieres que te lea la mía?.- insistí
-No. - Volvió a contestarme de la misma manera, yo solo lo miré con cierta incredulidad. Fué tan indiferente; ni siquiera se molestó en voltearme a ver.
-Uhm, está bien.- me resigné.
El profesor tenía ya la costumbre de dejar de llamar a Joel, ya que el nunca decía nada bueno. En cambio, yo pensaba y estaba casi segura de que el era inteligente, pero no le gustaba gastar su tiempo.
El timbre sonó y separé mi asiento del de Joel, y comencé a guardar mis útiles. En ese momento, sentí una mirada; Joel me estaba mirando. Sentí su mirada como nunca había sentido otra antes. Jamás había mirado hacia mí, nunca. Rápidamente miró hacia lo lejos, se levantó de su asiento y salió rápido hacia la puerta.
A partir de ese día, la manera en la cual miraba a Joel Pimentel cambió repentinamente. Necesitaba ayudarlo, tenía que ayudarlo. Eso fué lo que estuve pensando todo el día.

El primer dia no fue muy bueno, excepto al final, cuando lo sorprendí mirándome. Esa noche tuve el sentimiento de que estaba siendo observada, no pude dormir bien y, aveces, hasta pude pensar que Joel me estaba viendo por mi ventana, pero cuando iba a ver, no había nada, era solo el árbol de afuera, un gran árbol paulownia que ya me había dado sustos asi antes. Después de eso, no dormí nada y seguí pensando en Joel.

Al siguiente día, me levante muy temprano, más temprano de lo usual. Me vi al espejo, las ojeras que tenía eran tremendas.

-Maldito Joel- me dije en mi mente, y después reí; era obvio que el no tenia la culpa, bueno, no del todo. Me despedí de mi madre, que preparaba el almuerzo y me fui a la escuela. Ya ahí, de nuevo en la clase de literatura, estaba haciendo un trabajo y de repente voltee a verlo, me estaba mirando de nuevo, estaba casi pasmado, deje de verlo y mire hacia mi cuaderno, sonrojada como tomate; pero el no dejo de mirarme. Me estaba mirando con esos ojos, esos hermosos ojos. Pero volví a la realidad cuando el Sr. Adams se dirigió hacia mi diciendo: - lea el siguiente parrafo si es tan amable-
Mire hacia mi libro y busque donde tenía que leer, estábamos leyendo 'Orgullo y prejuicio'. Leí dos párrafos, los cuales no entendí, ya que estuve pensando en mirar hacia Joel, pero sabia que si miraba hacia a el, comenzaría a tartamudear y perderia la lectura.
Finalmente termine de leer y agache mi cabeza, puse mi cabello de lado, de la manera que hacía una pequeña cortina entre Joel y yo. Nada pudo ir peor hasta que el Sr. Adams dijo:

- Ahora clase, hablen con sus compañeros de a un lado y comenten sobre el capítulo.

Yo no me moví ni un milímetro, estaba más que segura que él ni siquiera iba a hacer el intento de hablar conmigo. De repente sentí que algo toco mi escritorio, fue cuando vi a Joel apoyandose mirando hacia mi. Me acomode en mi asiento y busque el capítulo. Pasaba rápidamente las hojas al mismo tiempo que sentía su mirada.
-Entonces, crees que el prefacio refleja el final?- de nuevo fui yo quien comenzo a hablar.
-Eso creo.
Wow, dijo 'eso creo' puede decir algo que no sea 'no'. Interrumpio mis penosos pensamientos cuando me pregunto:
- Desde hace cuanto tiempo te conozco? Te me haces familiar.
- Bueno, te conoci en el cuarto grado, cuando eras nuevo.- le conteste sinceramente.
-Oh si, si.
- Mhmmmm- no supe que mas decirle.

Sentí algo en mi cuello, y me quede pasmada. Voltee hacia Joel, el estaba tan cerca de mi mirando hacia mi cuello (No es historia de vampiros). No pude apartar mis ojos de él, y él tampoco lo hizo. Veía tantas cosas en sus ojos, eran tan profundos. En ese momento sentí como si estuviera hablando con él aún sin usar nuestras voces.
-Porfavor digame que piensa 'Señor Pimentel'.

Dí un pequeño salto en mi asiento de sorpresa al ver al Sr. Adams enfrente de nosotros. Me sentía tan avergonzada ya que sabía que los compañeros esperaban la escena que Joel estaba a punto de hacer.
Él lentamente miró hacia arriba y dijo - Por qué?. En un tono alto.
El Sr. Adams se veía en busca de una respuesta de Joel, y se quedó ahí esperandola. Joel se veía tan indiferente.
-Estoy esperando, Pimentel.
-No deberia hacerlo.- contesto con su típico tono frío.
-Solo dime lo que la srita. ________ te dijo.
-No.
-Joel... - El Sr. Adams se veia tan molesto.
-Bah, a la m*erda!.- contesto Joel aun mas furioso.
La cara del Sr. Adams se puso rojisima y simplemente dijo:
-Ve a la oficina del director.

Joel se veía aburrido y parecía como si no esperara algo mejor, caminó hacia la puerta, dejandola azotar fuertemente. El Sr. Adams nos dijo a la clase que siguiéramos conversando. Después hizo dos llamadas en su celular y no pude evitar sentirme triste. Después de clase pase por la oficina y vi a Joel siendo llevado por un hombre. El estaba completamente furioso. Joel bajó las escaleras y miró hacia mí, se quedo mirándome mientras caminaba hacia su auto. Le dije adiós con mi mano. Los vi subir al auto y alejarse. Después me fui a casa. Otra tarde pensando en Joel, comenzaba a acostumbrarme y no sabía si eso era bueno.

Enamorada de Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora