Capítulo 21

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  Salí de mi casa y pronto ví a Lucy llegar en su Beetle rojo. Esperé a que se acercara y después nos fuimos rápidamente al hospital, Lucy pasó a recoger todavía a algunos de los demás chicos, el resto ya estaba en el hospital.
Mi cabeza se enredó entre tantos pensamientos mientras llegábamos al hospital.
¿Por qué Joel? ¿Por qué?

Finalmente Lucy se estacionó en un lugar cerca de la puerta, me bajé y corrí. Los demás ya estaban a un lado de mi cuando estaba en el escritorio, frente a la despachadora.
La mujer pelirroja levantó su mirada sorprendida por tanta gente y se levantó.

- Venimos a ver a Nathan, Nathan Robinson.- comenzó a decirle Lucy.
- Oh si claro, pero no deben hacer mucho ruido, es mejor que los demás esperen en la sala de espera.- le contestó la mujer.
- ¿Cual sala?.- pregunté.
- Por favor, espera en aquella sala.- me dijo señalándome una sala a la derecha.

Estalle en mi interior, y fuí hacia la sala de espera. Cuando entré, Christian, Charlie y Thomas ya estaban ahí y algunos miembros del equipo de Nathan.
Corrí hacia ellos para que me dijeran lo que sabían.

-¿Qué paso?- pregunté asustada.
- Dicen que Nathan esta en serias condiciones, lo encontraron en un callejón cercano a su casa, alguien lo apuñaló.- me dijo Charlie.
- Fue algo horrible..- dijo Christian asustado.
- ¿Porqué alguien haría una cosa así?- comentó Fernanda.

Me senté en un sofá y bajé mi mirada, mirando hacia mis rodillas, estaba llorando. No estaba escuchando realmente su conversación, pero pude escuchar a Thomas decir la parte más dolorosa de todas.

- Lo apuñalaron 13 veces, en todo su cuerpo.

Eché mis manos a mi cara, no pude contener mi llanto. Mis amigos me dieron una palmada para consolarme, sintiendo sus manos sobre mis hombros.

Fuí la última persona que lo ví bien, en verdad sabía quién lo había herido, yo era la causa por lo que todo eso había pasado.
Pero, ¿qué podía hacer? ¿Debería regresar con Joel?

Oh Joel.....  

  ~ Narra JOEL ~

Miré la televisión en mi sofá, tenía sueño. Mientras sostenía una botella de licor sobre mis manos, me reía de las cosas más estúpidas.
Aquel 'chico bonito' tuvo su merecido. Recuerdo la manera en la que gritaba y gritaba mientras lo lastimaba con mi navaja. Qué momento tan magnífico, qué risa.
Tuvo suerte de no estar muerto, tuvo suerte de que no lastimé su cara bonita. Tuvo suerte de que no terminé de asesinarlo allí mismo.
¡_________ ES SOLO MÍA!

Bebí de mi botella de whisky hasta dejarla ya casi vacía, qué día el de hoy. Le cambiaba a los canales de la televisión hasta que dí con las noticias, tenía un título en grande que llamó mi atención.

"~ Adolescente de 18 años fue encontrado apuñalado a medio día cerca de un callejón~"

Mis ojos brillaron con anticipación, amaba la manera en que la gente gritaba, por lo asustada que estaba. Amaba la forma en que pensaban que iban a seguir viviendo... que gente más estúpida.
Creo que visitaré a _________ en la mañana. Mi hermano se quedó en Universal City mientras yo iba a disfrutar 3 días de descanso. Y aquí estaba, agotado, agotado, demasiado agotado, agotado sobre mi sofá... sobre el sofá gris en el que alguna vez tuve a ________.
¿A quién puedo engañar? Jamás en mi vida iba a cambiar. Tomé otro trago y dejé mis ojos caer en el sueño.

~ Narras TÚ ~
Mi mamá me recogió del hospital 3 horas después, en esas tres horas me la pasé en la sala de espera, preguntandole a cada doctor o enfermera que pasaba si Nathan estaba bien, pero no obtuve respuesta. Aún estaba llorando cuando mi mamá llegó.

- Siento mucho lo de Nathan cariño.- me dijo mi mamá en un tono suave.

Yo solo asentí no podía hablar o rompería en llanto de nuevo. Llegué a mi casa y subí por las escaleras, jamás había subido tan lento, caminé hacia mi habitación, me sentía tan ligera y transparente como un fantasma. Me dejé caer en mi cama.
¿Por qué lloraba? ¿Estaba llorando por Nathan? ¿O tal vez por Joel?
La realidad llegó a mi mente, estaba llorando por ambos.

Todos esos pensamientos se enredaban en mi mente de una manera terrible. Todo tenía que ver conmigo. Todo era mi culpa.
Escuché a alguien dejar algo sobre mi mesa, después cerraron la puerta. Mi madre me había llevado comida, un sándwich y una malteada de chocolate, pero no había algo que pudiera comer ahora.
De repente, un extraño pensamiento quedó atrapado en mi cabeza, ir a ver a Joel...  

Enamorada de Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora