Historia Corta

143 27 60
                                    

Pensamiento de Elizabeth

Verlo ahí dormido junto a mi lado me hace perder la cordura. Pensé que solo iba ser sexo y me iba a ir al otro día sin problemas.

Que estúpida fui.

Que estúpida soy.

Tenemos tantos problemas y tantas responsabilidades, que estar aquí acostados juntos nos hace ser crueles e irresponsables.

¿Cómo decirle que ya es hora de marcharme? Que hay un avión al que tengo que abordar.

Mi primer amor.

El amor de mi vida.

Nuestra historia tuvo sus finales en algunos momentos.

Pero ¿cómo explicar el hecho de que una relación no puede terminar si nunca empezó?

Estoy dispuesta a dejar todo atrás por él, estoy dispuesta a empezar una nueva vida junto a él.

Quiero hacer ese riesgo y si es con él, mejor aún.

No sé en qué momento me convertí en esto.

Ni siquiera estoy pensando en el daño y en el cambio que le puedo hacer a mi vida por completo.

¿Soy egoísta? Por él lo soy.

- ¿Despierta tan temprano? -Lo miro y le demuestro mi mejor sonrisa. Es una estupidez lo que voy hacer.

- ¿Por qué no nos escapamos juntos?

- ¿Qué?

-Sé que suena estúpido, pero por qué no te vas conmigo hoy. Empezamos desde cero y creamos una vida juntos, la que no pudimos crear cuando éramos jóvenes.

-Aún somos jóvenes. - veo como se levanta para colocarse su pantalón y le miro su hermoso y redondo trasero.

Contrólate Elizabeth, vuelve al tema principal.

- ¿Te gusta lo que ves? -Siento como mis mejillas se tornan rojas y me tapo con la almohada.

- Eres jodidamente tierna y bella. -Siento como la cama se hunde a mi lado y sin saber por qué, ya estaba temblando.

- No vamos hacer el amor nada más por hoy. Creo que vamos a tener tiempo de sobra. -Seguido de eso me quita lentamente la almohada y me mira sonriendo mientras lo miro boquiabierta.

- ¿Para ti también fue hacer el amor? pensé que solo fue sexo para ti ¿y tiempo? Eso significa que- ¿Estaba escuchando y entendiendo bien? ¿Él se va conmigo? No podía creer lo que estaba escuchando.

- Shh...Tranquila. No quiero que hiperventiles aquí.Voy a terminar de vestirme para luego ir a desayunar algo contigo. Además, ya tenía planeado abordar ese avión para irme contigo sin que me lo pidieras. -Lo abrazo fuertemente y el hace lo mismo.

- Vete y vístete. -Me señala el baño y yo me levanto dando brinquitos.

-Si señor. - Me mira y me saca la lengua burlón. Pero antes de cerrar la puerta del baño escucho como su teléfono suena y veo como su rostro cambia de color cuando, al parecer, lee un mensaje de texto.

*

-Muchas gracias por el desayuno.

-No tienes que agradecer.

- Ya es hora de ir a buscar mis cosas e ir para el aeropuerto.

- Lo sé. -Intento soltar su mano que está entrelazada con la mía, pero él no me permite hacerlo, seguido de eso me da un fuerte abrazo. Se puede decir que duró unos cinco largos, pero confortables minutos. Rompo el silencio ya que se nos estaba agotando el tiempo para ir a buscar nuestras cosas.

Almas gemelas destinadas a estar separadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora