〘capítulo único〙

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Park Jin Woo, o como se autodenominó, JinJin era un chico popular en su escuela. Pero no ese típico chico que destaca por ser brillante o jugar algún deporte. Él podía ser una pesadilla a ojos abiertos si no conseguía lo que quería y cuando quería, por ende, le facilitaban de todo sin rechistar, desde respuestas de exámenes hasta la comida más fina (a comparación de la del colegio). Atrévete a negarle algo o al menos decir 'pero' y te arrepentirás por el resto de tu corta vida escolar. Habían varios chicos que habían llegado hasta los psiquiatras por las cosas que había dicho o hecho, muchos creían que tenía un pacto con los psicólogos de Seoul.

Las chicas, no solo de su grado, se morían por él, porque: 1. Era lindo y rumoreaban que tenia un cuerpo celestial y 2. Estarían muy locas si desaprovecharan todos los beneficios que tendría la que nombraron como 'la elegida', es decir, ¿se imaginan la infinidad de posibilidades?, harían lo que fuesen, LITERAL. Estando consciente de que podía tener a cualquiera a sus pies, le era indiferente, debido a que tenía presente de lo aprovechadas que eran y que le jugaba hacia al otro lado, al único para el cual era invisible, Kim MyungJoon.

Kim MyungJoon era un chico con el corazón de oro, el cual trata de sobrevivir cada día, porque habitualmente todos sus cercanos les ocurría algo malo por ese tal JinJin. Intentaba ayudar y arreglar todo el desastre que Jin Jin dejaba a su alrededor.

Un día que vio que su mejor amigo, el cual iba dos grados menos que el, iba con un ojo morado, la nariz sangrando, varios hematomas, en fin, múltiples heridas, juró que a quien maltratase Park Jin Woo, él estaría ahí para tenderle la mano, ya que nadie estuvo ahí para apoyarlo cuando paso por aquello y no le gustaría que mas personas pasaran por lo mismo. MyungJoon debió haber salido hace 1 año, pero por culpa de aquello, se atrasó. Odiaba con su alma las personas así, sabía que ellos tenían una vida de mierda y querían ver la de los demás hundirse. El que será de pocos amigos, él sabía que mejor tener poco y ser feliz que ser como JinJin, una persona realmente egoísta y que las personas se le acercaban por conveniencia.

A Jin Woo no le interesaba cualquiera que estuviese tras él, una persona falsa y aprovechadora, quien lo quisiera por lo que tiene y no por lo que es (aunque por la segunda parte tampoco había mucho que decir), sino que le gustaba aquel chico que todo lo podía resolver, que encontraba alguna manera de reparar lo que él había hecho y que, de alguna forma, terminaba de iluminar los días con su sonrisa, esa sonrisa perfecta, juntos a unos labios hermosos y unas facciones bien definidas. Nunca se había atrevido a hacerle algo, por ninguna razón quería ver esa sonrisa desaparecer, aunque sabía en el fondo que el hacía algo malo, no podía mostrarse débil ante nadie, no podía pasar por eso de nuevo.

Dice la ciencia que cuando las brisas cálidas y frías se cruzan se pueden formar tormentas eléctricas, o algo parecido a lo que ocurrió cuando el alborotador se acerco a hablarle al apaciguador. MyungJoon se encontraba en una mesa del comedor, comiendo tranquilamente y estudiando para un examen cuando llego Don Tormento.

- ¿Está ocupado? - pregunto con cierto tono que sonaba seguro, pero dejaba entrever cierta inseguridad- ¿Puedo sentarme aquí?

MyungJoon lo miro de reojo. Tenia un perfil muy lindo y unos ojos muy profundos, pero una cara bonita no quita la actitud del contrario, sumando además de que no existía razón, por lo menos para él para que estuviese aquí, así que le lanzo una pequeña mirada de desaprobación y volvió a lo que estaba, ignorando al chico de cabellera castaña.

- ¿Qué estás haciendo? - era más que obvio que el castaño no se iba a rendir fácil y que lo iba a bombardear con preguntas, como también iba a ser obvio que el contrario no iba a responderle.

- ¿Qué te gusta?

No obtuvo respuesta.

- ¿Cuándo estas de cumpleaños?

『for you』 astro mj×jinjin #AA2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora