Me acostumbré a verte y hablarte.
Me acostumbré a buscarte y llamarte.
Me acostumbré a soñarte y besarte,
aunque me acostumbré a desvelarme también.Me acostumbré a mirarte y cantarte.
Me acostumbré a escribirte y pintarte.
Me acostumbré a abrazarte y consolarte.
Fuimos fieles, al cien por cien.Por eso cuando dejamos el arte,
de lo que por un tiempo fue lo nuestro,
supe que fue amor.
Porque nada cambio.
Porque no me acostumbré
a no tenerte.