Ábrela Cuando Me Necesites

Abrela, adiós

Querida Meg:

Nunca pensé lo doloroso que sería escribir esta última carta. Tengo un fuerte dolor en el pecho y me tiembla la mano. Estoy más nervioso que cuando rindo Matemáticas.

Despedirme de alguien nunca me resulta fácil.. y menos si tengo que despedirme de ti.

Primeramente quiero decirte que aunque esta sea la despedida, siempre estaré ahí contigo.

Créeme que no porque está sea la última carta yo ya no estaré de alguna forma ahí o ya no me sentirás ahí. Al contrario. Algo físico mío no es en realidad nada.
Sin embargo, mi presencia siempre estará. Porque nuestros recuerdos vivirán en ti, nuestra historia de amor estará guardada en tu corazón.
Y.. una parte de mí también estará en ese lugar.

Ahora.. quiero agradecerte por todo, tu me ayudaste a tener más tolerancia y paciencia a las cosas que no se resuelven fácilmente.

Definitivamente, tu fuiste un pilar que me sostuvo en todo momento.
Como ya te dije varias veces, eres maravillosa Meg. Nunca olvides eso. Nunca olvides cuánto vales.

Créeme que tú ya tienes el cielo ganado con tus buenas acciones.

Nunca dejes de luchar, de sonreír, de cantar, de brillar,de bailar y sobre todo.. de ser feliz.

Recuerda que: Eres hermosa pequeña.

Te amo muchísimo
Scott