Vamos, vamos

669 66 4
                                    

La familia Midoriya se conformaba por dos integrantes, Inko y su único hijo, Izuku. Algunas veces eran tres viviendo en aquella pequeña casa, pero el último constantemente cambiaba, otras veces llegaban a ser cuatro, pero muy pocas eran cinco.

Inko hacia todo lo posible por educar de la mejor manera posible a su retoño, dedicaba día y noche a su hijo, pues nunca quiso que el de ojos esmeralda sintiera la falta de su padre.

Todas las tardes, después de almorzar, el pequeño Izuku recogía la mesa y dejaba todo lo usado en la lava vajillas. Subía corriendo a su habitación para lavarse los dientes y así, poder salir a jugar con sus vecinos. 

  ✦ ✦✦ 

—Mamá, mamá, rápido. Pronto anochecerá. —Rogaba el infante de forma suplicante a su amada madre, quién se hallaba secándose las manos con su delantal.

—Tranquilo, dulzura. Los juegos no se irán.  —Dijo dulcemente la señora, quitándose el delantal y buscando sus llaves en la mesa de centro.

Así los dos se encaminaron al parque infantil que se ubicaba a tan solo dos cuadras de su casa.

—¿Jugarás hoy con Katsuki? —preguntó con una pizca de curiosidad.

—Hoy no lo dejaron salir, la tía Mitsuki lo estaba regañando —musitó con un poco de tristeza en la voz, apretando la mano de su madre, sintiendo un poco de culpa.

—Puedes jugar con los otros niños, cariño —consoló la mayor.

—No les gusta jugar conmigo, dicen que soy raro. —Izuku infló las mejillas e hizo un puchero.

Ante aquello, su madre detuvo el paso y se agachó a la altura del pequeño. Tomó con delicadeza la cara del pequeño entre sus manos y depositó un tierno beso en su frente, transmitiendo todo el amor que le tenía.

—No les hagas caso, Izuku será el héroe número uno, ¿no es así? —Una sonrisa se hizo visible en los labios de la mujer.

—¡Sí! ¡Sí! ¡Seré como All Might! —decía eufórico el infante, dando pequeños saltos de emoción en su lugar.  

—Así es, mi pequeño héroe.

Con los ánimos arriba y con una preocupación menos, ambas siluetas volvieron a tomar su camino, dirigiéndose al parque.  

Juego de niñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora