💚 Kim Nam Joon 💚

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Clases de matemáticas, lo único que será útil para la vida será... No lo sé. No tengo idea para que mierda sirven las matemáticas, lo bueno de esta clase es que puedo admirar a Jung ____. Unos dos pupitres delante mío esta la chica más interesante de todo el instituto. Es seria, callada y carece de sentido del humor. Lo único que se sabia de ella era que tenia un hermano mellizo, pero no iba a este instituto. Una chica bajita, con frenos y unos anteojos que hacen que sus ojos se vean el doble de grandes de lo que eran. Como siempre no prestaba atención a la clase, lo cual era insólito ya que tenía las mejores notas desde que entro, y eso que ya estamos en segundo año. Creo que estaba dibujando algun personaje de los múltiples animes que veía. Aunque no solo yo lo note también lo hizo la profesora.

-Señorita Jung ya que veo que está tan concentrada en la clase porque no nos dice el resultado de la ecuación.- comentó con algo de enojo.

-Noventa y tres.- dijo seca.

-No tire números al azar, Jung.- se quejó la profesora Choi.- Si no prestó atención no invente.

-La respuesta es noventa y tres.- volvió a decir en el mismo tono del principio.

-Claro que no, es ciento tres.- la chica negó.- Bien pase a la pizarra y demuestre su punto.- le extendió una tiza y ____ se levantó del asiento, tomó el objeto blanco de la profesora y empezó a escribir. En menos de cuatro minutos termino el problema, que a mí me hubiera costado más de una hora.

-Ve.- indicó la chica de pequeña estatura.- Noventa y tres.

La profesora intercambiaba miradas entre ella y a la pizarra. Hasta que decidió hablar.

-Tiene razón Jung, pero por favor preste atención a la clase. -yo estaba con la boca abierta, no podía creer que se le hiciera tan fácil hacer uno de esos complicados ejercicios en tan poco tiempo y encima que le den bien. Toco el timbre de final de curso y todos empezaron a guardar su cosas. Yo escribí el resultado final en mi hoja, para luego cerrar la carpeta y meterla en mi bolso. Vi como ____ volvía a su asiento a guardar sus cosas así podía irse. Aunque casi siempre era la última en salir del salón era la primera en caminar para su hogar.

-Okay Nam Joon, hoy es el día.- dije para mis adentros.- Hoy le hablarás a Jung ___.- respire hondo y la seguí cuando salió de la sala. Iba unos pasos detrás de ella, ya que caminaba bastante rápido. Salió del instituto a toda prisa y empezó a apurar su paso; podía ver cómo su cabello negro se sacudía por el viento y su andar. Corrí un poco y me puse a su lado.

-Fue genial lo de la maestra recién.- dije con una sonrisa en el rostro. Ella me hecho una mirada fugaz y luego dirigió sus ojos hacia el frente otra vez.

-Genial Nam Joon, la cagaste.- pensé.

-No haré tu tarea, Kim.- dijo, por fin, sería.

-No quiero que hagas mi tarea. Puedo hacerla solo, no seré el mejor promedio pero soy capaz de usar una calculadora.- dije en broma y una tenue sonrisa cruzo los labios de la chica.

-¿Entonces solo era para decirme que fue "genial" -marcó las comillas- lo de la profesora?- indagó frunciendo el ceño levemente.

-Sip.- dije simple y le sonreí mostrando mis hoyuelos.- ¿Quieres mochi?

-¿Si quiero que?- preguntó desconcertada.

-¿¡No sabes lo que es el mochi?!- se sobresaltó por mi pregunta, o mejor dicho grito. Abriendo sus ojos haciendo que estos se vean mucho más grandes de lo normal.- Son dulces.- dije más calmado.

-Si son dulces no están permitidos en mi casa.- comentó.- Mi hermano tenía frenos y ahora tengo yo, así que mis padres nos prohíben esos en casa.

one-shoots de BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora