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-¡Amelia!...-

Era Alejandro esa era su voz, me levante de prisa y comencé a ver para todas partes, pero él no se veía por ningún lado y las demás personas en la playa están como si nada, mi mente me está engañando, primero lo escucho como si estuviera él en la misma habitación que yo y ahora lo oigo gritar mi nombre. No sé qué es lo que me pasa, mejor dejaré de pensar en esos recuerdos y dejar de darle importancia a las cosas que creo haber escuchado.

Me volví a sentar en la toalla pero ahora en posición fetal, y no pude reprimir los sollozos y mucho menos las lágrimas. Lo extraño demasiado, él y yo nos parecemos mucho, ambos tenemos ojos grises, como tenemos descendencia latina, tenemos la piel de un tono aperlado, ambos tenemos el pelo negro, porque creo que la única diferencia entre nosotros es la altura y la edad, el mide como 20 cm más que yo, que mido 1.65 y es mayor que yo por dos años, él tiene 25 y yo 23. Pero todos nuestros familiares, hasta nosotros mismos, dicen que somos iguales, pasaríamos por gemelos fácilmente.

-Hey, ¿estás bien?- se acercó un chico como de mi edad a mí, me debo ver horrenda y el que es guapo aun así se quiso acercar a mí. Qué pena.

-Emm...si si perdona sí. Lo siento, si estoy bien, gracias- estaba nerviosa, y no entendía el por qué.

-¿Segura? No parecía que estés bien, no gente no llora cuando está bien sino cuando está mal. Puedes confiar en mí, ¿sí? ¿Qué es lo que te pasa?- no entendía el cómo o por qué pero el transmitía confianza, sentía que si podía confiar en él.

-Es solo que extraño a mi familia, principalmente a mi hermano, este lugar me trae muchos recuerdos y creo que solamente me puse algo nostálgica y ya-.

-¿Quisieras algo de compañía? Oh lo siento mucho mi nombre es Alberto-.

-Soy Amelia y si creo que tu compañía me vendría bien por ahora gracias enserio-.

Alberto era creo que igual de alto que mi hermano o un poco más me atrevo a decir, tenía los ojos verdes con gris, una extraña pero hermosa combinación, tiene el pelo entre rubio y castaño claro y su piel es más blanca que la mía, pero no llega a transparentarse mucho el color de sus venas como a mí pero sí tiene mi edad . Por lo que veo es muy simpático y generoso, así como carismático y muy alegre, comprensivo y mucho más, me alegra que aun hayan personas como él.

Pasaron muchas horas y Alberto y yo nos conocíamos cada vez más, pasamos un tiempo ahí sentados en la arena, después el me cargo y se fue corriendo hasta el mar y me arrojo ahí, lo hizo porque le estaba contando sobre mi padre, entonces quiso distraerme de todos esos recuerdos tristes e hizo lo que hizo. Después de que ya nos secamos al aire fuimos a un lugar pequeño pero acogedor donde venían comida, no lo recordaba quizás era nuevo el lugar.

Después de comer estuvimos caminando por la orilla del mar, él me estaba abrazando por los hombros y yo a él por la cadera, ninguno de los dos hablaba, en estos momentos las palabras sobraban, no eran necesarias para nada. Era agradable estar así con alguien como él.

¿Creen en el amor a primera vista? Yo antes no pero ahora creo que si es real.

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Wake Up (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora