Capitulo 3

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Abri mis ojos al oír que la puerta se abría, me levante y escucho la voz de mi padre desde la sala.

Salgo disparada de mi cama -¡oppa!- digo feliz y lo abrazo.
-Hola Soo- dijo el con su dulce voz, mi padre parecía de esos hombres problemáticos y con los que no te gustaría pelearte con, pero en realidad el era un hombre muy modesto y dulce le tenia un gran cariño.

-¿Que tal el trabajo, Oppa?- digo separándome y caminando hacia la cocina por una galleta.

-Bien, cansado como siempre... parece que te acabas de levantar- dise el sentándose en la mesa.

-Pues en realidad si, no se no andaba cansada, solo me acoste y pum- me encojo en hombros y abro el frasco para tomar una galleta.
-No deberías comer galletas ya serán las siete de la noche y tu madre vendrá en cualquier momento, ademas al parecer compro especies para hacer la cena-.

Noto la bolsa cerca a mi y me sorprendo por la hora
-¿Las siete? Dios, vaya que dormí bastante- digo arreglando mi cabello, dejo la galleta de vuelta y cierro el frasco,  la puerta de la nada se abre y mi madre entra.

-¡Omma!- digo y me dirijo a abrazarlo, ella no se notaba de buen humor entonces me aleje un poco.
-¿Paso algo en el trabajo? Si quieres te puedes relajar ¡yo preparo la cena!- digo feliz dirigiéndome hacia la cocina.

-No, tranquila, mejor siéntate junto a tu padre, yo la preparare- dijo ella y asiento con al cabeza para ir a sentarme junto con mi padre.

-¿Paso algo?- pregunto mi padre preocupado.
-Si... aun no hay nada seguro pero bueno... resulta que alguien robo joyas muy preciadas que le pertenecían a la esposa del Señor Jeon, acusaron a tres otras chicas y a mi, aun no se sabe nada pero... puede que esto no termine nada bien- dijo ella en un suspiro.

-Pero aun no han dicho nada seguro, ¡no pierdan la esperanza! Dios soy la única optimista en esta familia- digo tratando de alegrar el ambiente pero parece que no hizo ningún efecto.

-Si... pero las consecuencias pueden ser malas... muy malas.. oye Soo, por casualidad, ¿pasaste por el jardín del castillo?- pregunto mi madre, mi estomago se hizo pequeño ¿que pasaría si le digo que me quede viendo a Jungkook?

Claro el era como una celebridad... ver y no tocar. Suspiro y la volteo a ver -¿Por que?- pregunto algo nerviosa e insegura.

-Señor Jungkook menciono algo sobre al ver visto una chica en el patio, dijo que llevaba un vestido rosa como el tuyo, me preguntaba si fuiste tu- dijo ella alzando una ceja.

Me queje un poco -bueno si... tenia micha curiosidad pero no fue por mucho, ¡no lo veía a el!- mentí... dios como odiaba mentir, pero esto era una mentira blanca ¿no?

-Okey.... no es nada malo, el solo quería saber por que andabas por ahí- dijo mi madre y yo asiento con la cabeza.

Pronto la cena estuvo lista, mi madre nos sirvió los platos y empezamos a comer, la comida de mi madre siempre era deliciosa, vaya que si.

Luego de la cena me dirigí a mi habitación, tome mi camisón rosa y me cambie.

Cuando el reloj marco las 8 era hora que me fuese a dormir, me recosté en mi cama y suspire pensando en los eventos de aquel día, sabia mi madre era incapaz de robar algo, ella jamas haría algo así.

~Al día siguiente~

Me levante gracias a la fuerte luz del sol, tallo mis ojos y me siento, bostezo y hermoso aroma a waffles viene desde la cocina, me levanto y voy hacia la cocina.

-¡Buenos días!- dijeron mis padres en unísono, sonrió y los saludo a ambos con un beso en la mejilla, me siento en la mesa junto a mi padre que leía el periódico.

Cruces de Caminos| JK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora