La Nota

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Hoy iba caminando por la calle cuando un señor de no mas de cuarenta se me acerca. En silencio lo miro disimuladamente como para "cachar" en que andaba. Usaba una gabardina negra y sombrero; lo cual es raro en esta ciudad y en verano, pues el calor es insoportable. Sin decir palabra alguna, me mira de pies de a cabeza esbozando una sonrisa tenebrosa. Un escalofrío recorre mi cuerpo y una gota de sudor helado cae por mi rostro. Su presencia era oscura y su mirada penetrante. No había nadie a nuestro al rededor. Su mirada no se depegaba de mi, como si analizara cada parte de mi cuerpo. El terror se apoderaba de mí, no podía mover un músculo. No debieron pasar mas que un par de segundos, pero, para mí fueron horas; hasta que hace una señal como si hubiera quedado conforme con lo que había visto y hace parar la locomoción para marcharse con rumbo desconocido.

No pude dejar de pensar en él durante todo el día, ¿lo conozco? ¿me conoce? su rostro no dejaba de aparecer en mi mente. QUIEN MIERDA ERA, Y QUE DEMONIOS HABRIA QUERIDO CONMIGO. Llegando a casa; despues de un duro día de trabajo, comienzo a prepararme para entrar a la ducha, cuando me encuentro con una nota en el interior del bolsillo de mi pantalón:

« Este es un experimento, no te conozco ni tu a mi. Tu decides si formar o no parte de él, pero una vez iniciado no podras detenerte hasta que este haya finalizado...»

Comenzaba la nota.

Todo mi cuerpo se volvió un bloque de hielo, y como lluvia de meteoritos las interrogantes comenzaron a caer en mi mente. Cómo era posible que aquel hombre hubiera puesto ahí esa nota. ¿Habrá, realmente, sido él?. ¿Será de alguien más?. ¿O será tan solo una maldita broma?. No quise continuar la lectura.

Salí de la ducha, preparé la cena y fui camino mi cama; sobre la mesa del comedor estaba aquel trozo de papel. Arrugado y despreciado. Pero sobresaliente a todo lo demás, como si me enviara una invitacion para leer sus palabras.

La curiosidad me carcomía:

«... formo parte de un selecto grupo de personas, las cuales nos dedicamos a desenmarañar los misterios del instinto humano.

Si has recibido esta invitación significa que, aparentemente, cumples con las condiciones físicas que hemos establecido. Tienes un periodo de 72 horas para aceptar o rechazar nuestra invitación, respondiendo al final de esta nota y dejandola exactamente donde la encontraste. Nosotros sabremos como recibir tu respuesta.

Una vez finalizado el experimento podrás recibir la suma de $15.000.000.

Los detalles del experimento serán entregados una vez aceptada esta invitación.»

Así terminaba la nota.

No tenía remitente, ni estaba firmada por nadie; aunque el papel tenía un sello particular, una letra que no había visto antes. Esperaba que fuera una maldita broma cruel de los chicos, pero algo me decía que no era así.

El experimentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora