El experimento

Amigos

Experimento (Parte2)

A Robert, Bob como le decimos sus amigos, lo conocí hace un par de años en un bar donde trabajé. Tom Collins era su trago preferido, aunque aveces gustaba de un buen bourbon en las rocas. Tipo apuesto, siempre de traje con su maletín con quién sabe que cosas dentro. Nunca le pregunté.
Nuestro primer encuentro fue despues de que uno de sus tragos no fuera de su agrado, el  bartender era nuevo, y pues, tuve atender el inconveniente. Me acerqué con su trago, ahora bien hecho, y una cortesía por las molestias. En seguida comenzó a coquetear conmigo. Lástima no era mi tipo.
Luego de varios intentos de invitarme a salir, terminé aceptando. Esperó a que saliera de mi turno y fuimos a cenar a un restaurant cerca de ahí. Tomamos unos pisco sour - deliciosos debo decir - él pidió pollo y yo camarones, lo recuerdo porque en ese instante super que odiaba todo lo que viniera del mar, ambos con pasta. Ambos compartíamos el amor por las pastas, eso sirvió al menos para iniciar un tema de conversación. Era de estos típicos hombres de negocios que no tenían tiempo ni para sí mismos, gustaba de la noche, no tanto de la bohemia. Bastó solo esa noche para saber que entre nosotros nunca habria nada, mas que una buena amistad que hasta el día de hoy perdura fuerte como un roble.

Te necesito Bob, no podré hacer esto sin tu ayuda. Y tengo tan poco tiempo para decidir.
Chicos por favor, no se que haría sin ustedes.

Ximena es mi gran amiga del instituto; lo unico que me queda de esa tan tropezada epoca. Nunca terminé esos estudios; y apesar de que me gustaba lo que hacia, habría sido un error seguir ese camino.
Estuve tan enamorado de Ximena, y ella nunca me dió ni bolas, supongo que fue lo mejor. Aunque con los años, y esa soledad que solo nosotros conocemos, supimos muy bien como darnos esa compañia que ambos necesitamos.
El sexo no sirve solo para sacarte una calentura, y no tiene porqué ser una cuerda que te ate a otra persona. El sexo puede llenar vacíos, por muy superficial que suene, puede ser hasta terapéutico. Y con una terapeuta como Ximena, no hay daño que no puedas reparar, aunque sea por solo un instante. Cuando tienes a alguien como Ximena en tu vida sabes que no estás solo, y al mismo tiempo aprendes a amar tu soledad.

   Me siento tan solo.

Hace un par de días Ximena y Bob fueron a verme a la salida de mi trabajo. Lucian algo extraños, demasiado cómplices como para ser un día cualquiera. -En seguida lo supe, algo tramaban. Había estado bastante deprimido durante esos días, no me estaba yendo bien en el trabajo y aún tenia muchas deudas por saldar. Sin mencionar que tiempo para mí no he tenido en muchísimo tiempo.- Dijeron que necesitaban mi ayuda y que por favor los acompañara sin hacer preguntas. Fui con ellos hasta la azotea de un edifico cerca de donde vivo. Detras de un cobertizo, donde el conserje guarda quien sabe que cosas, solo vi un bulto como de un metro ochenta de largo y vi que salia un liquido rojo de debajo. - HIJOS DE PUTA, que mierda hicieron.-