Capítulo 8

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POV Jade

-Bien, quiero... quiero que... quiero que lo olvides todo- dijo sin mirarme
-Q-que? P-por qué quieres que lo olvide todo?- dije mirándola pero ella seguía mirando al suelo
-Yo...yo...a mi no me gustan las chicas, jamás me gustaron y jamás me gustarán, lo siento- dicho esto cerró su ventana y corrió las cortinas dejándome sin visión alguna hacia su cuarto.
No entendía que acababa de pasar, Savannah solo no quería nada conmigo y eso me molestaba y me entristecía.
Cerré mi ventana con fuerza y tomé mi celular, estaba más enojada que triste así que decidí hacer una llamada.
Llegué a su casa y cuando estaba por tocar paré en seco, de verdad estaba haciendo esto? A la mierda con todo. Llamé a la puerta y me abrió ella.
-Hola- dijo animada - me alegro de verte-.
Me quedé callada observándola unos segundos hasta que reaccioné y lo primero que hice fue besarla, besó al que correspondió.
Cerramos la puerta y continuamos besándonos, pero en un momento ella se detuvo
-Ya empezaba a extrañar esto- dijo con la respiración agitada
-Igual yo- dije con una sonrisa triste
-Pasa algo Jade?- preguntó tomándome del mentón.
La miré a los ojos y sentí tanta seguridad en esas dos orbes grises que sabía que Liz era la indicada.
-Nada, solo...gracias por dejarme venir- me dió un corto beso en los labios y continué mirando sus ojos, creo que esa sería mi nueva obsesión.
Nos pasamos la tarde mirando películas y hablando de todo.
Al final del día ya conocía a Liz como a medio país de tantas mudanzas.
Estábamos viendo juego de gemelas y estábamos por la parte en la que las hermanas tienen un duelo de esgrima. Rápidamente miré a Liz y dije
-La que vive en una mansión perderá- sabiendo que a ella le gustaba mucho ese personaje
-Claro que no, tiene mucha más práctica que la otra- dijo con una mirada asesina.
Reí y dije
-Solo imagina que la de la mansión eres tú y la otra soy yo, obviamente la fuerza gana así que la de la mansión pierde-
-Estás diciendo que eres más fuerte que yo?- dijo levantando las cejas
-Claro que lo soy- dije con una risa sarcástica
-Probémoslo, te reto a una lucha, la que deje a la otra sin poder moverse por 10 segundos gana- dijo arrodillándose sobre el sofá
-Pan comido linda- dije para ponerme de rodillas frente a ella.
Minutos después estaba sobre ella tomándole de las muñecas para que no se moviera
-Claramente gané- dije para mirarla.
Daban las 9:30 cuando los padres de Liz llegaron.
-Hola nena- saludó su padre desde la entrada
-Hola cariño que hiciste hoy?-dijo su madre para entrar en la sala y verme sobre ella
-H-Hola mamá- dijo nerviosa, rápidamente me moví para que se pudiera sentar
-Ella es Jade, una amiga, es nueva en la ciudad-
-Un gusto Jade- dijo su madre muy amable
-Yo...yo...estábamos jugando a las luchas...- mierda, mierda, mierda
-Ya veo, dime Jade te gusta la pizza?- preguntó yendo a la cocina
-S-si- dije, aún seguía nerviosa por la situación en la que nos encontraron sus padres
-Genial entonces te quedas a cenar?- habló su padre
-Em...yo...- miré a Liz y vi que me asentía
-Claro, gracias por la invitación, solo voy a avisarle a mi madre-
-Oh, dile si puedes quedarte a dormir, así no te vas muy tarde-
-Bien, gracias- dije para caminar al baño.
Una vez en el baño Liz abrió la puerta y se metió al baño conmigo
-Tendremos pijamada- dijo con un poco de lujuria en su mirada
-Supongo que si- sonreí, me dió un corto beso en los labios y se fue.
Mi madre aceptó que me quede mientras la llamara cuando despertara.
Estábamos en la sala comiendo pizza y jugando al monopoli cuando las preguntas comenzaron.
-De donde eres?- preguntó la madre de Liz
-Chicago, pero toda mi vida he viajado, conozco la mitad del país- contesté nostálgica
-Oh y por qué se han mudado tanto?- mierda
-Por el trabajo de mi padre- no estaba mintiendo, solo no estaba diciendo toda la verdad
-Oh debe ser duro no tener un hogar estable- dijo con comprensión en sus ojos
-Estoy acostumbrada, aprendo muchas cosas mudándome, no lo tomo como algo malo, al menos sabré en que ciudad vivir y en cuál vacacionar- sus padres se rieron aunque se que solo querían hacerme sentir cómoda
-Y dime tus padres siguen juntos?- ese era su padre
-Lamentablemente si- dije sin pensar
-Lamentablemente?- sus padres se miraron. Mierda
-Si es que ellos no son felices juntos y siempre pelean, preferiría que estén separados- otra vez solo dije la mitad de la verdad
-Bien hablemos de otra cosa no?- dijo Liz ya que ella sabía toda la verdad
-Si lo siento, qué tal la escuela, te adaptas bien hay algún chico que te guste?- preguntó su madre para sacar algún tema de conversación, rápidamente miré a Liz y ella a mi
-La escuela está bien, siempre me adapto a mi manera- dije ignorando la otra pregunta
-Y qué tal los chicos? Elizabet dice que no son muchachos lindos pero que crees tú?- mierda, mierda, mierda
-Liz tiene razón, los chicos no son lindos, pero...-
-Hay postre?- me interrumpió Liz
-Oh Claro Iré a servirlo- dijo su madre, y su padre comenzó a juntar la mesa. Una vez se fueron Liz se acercó a mi
-No puedes decirles que te gustan las chicas- dijo casi susurrando
-No es algo que me moleste decir- dije sin darle importancia
-Jade por favor, si saben que te gustan las chicas unirán puntos y sabrán que a mi me gustan también, no es que no quiero que lo sepan, es solo que no estoy lista para decirles- dijo rápido
-Esta bien Liz, no diré nada-
-Prometo que se los diré pronto-
-Solo cuando estes lista hermosa- me sonrió y yo hice lo mismo, segundos después me dió un corto beso en los labios.
Comimos helado y hablamos más, nada incómodo esta vez.
Ya vez terminamos el postre subimos a cambiarnos y dormir
-Tengo un pijama que puedes usar- se puso a buscarlo en su armario.
Me lo entregó y fui al baño a cambiarme.
Volví a la habitación y ella ya tenía su pijama puesto.
-Donde dormiré?- pregunté
-Puedes dormir en ese colchón- dijo señalándolo
-O puedes dormir conmigo- dijo sonriendo
-Tu eliges- dicho esto sonreí
-El colchón no se ve mal, pero prefiero dormir contigo- reí al decir esto
-Bien entonces vamos a dormir- me tomó de la mano y nos acostamos.
Estaba acostada boca arriba y pasé un brazo por detrás de su cabeza para que pudiera dormir apoyada en mí.
Nos besamos un par de veces y luego nos dormimos.

La música entre nosotrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora