Nunca Digas Nunca

CAPÍTULO 12

Era viernes, no había dormido nada, mis marcadas bolsas bajo mis ojos lo afirmaban, había estado llorando toda la noche y ahora me sentía un poco mejor, aun así no me olvidaba de todo lo que había pasado, la ruptura con Jack, mi prima y mi mejor amiga ni me hablan y yo me estaba replanteando seriamente que debía hacer, ¿debería ir al partido?, moví la cabeza de un lado a otro desechando esa idea al instante, el partido era importante, estaba en juego mi futuro, mi carrera y mi corazón y no sabia que hacer.

Baje lenta y deprimida las escaleras, mi madre no estaba pero tampoco me importo, abrí la nevera mirando sin ganas la comida, cogí un zumo y me fui al comedor, encendí la tele y me puse cualquier tontería que me distrajese de mi trágica vida, si soy muy dramática.

- ¡Madre mía estas echa un completo asco!- Grito mi madre con asco, si me quiere mucho, ¿se nota no?

- Gracias mama, de verdad, tu si sabes como animar a las personas. - le dije yo reacia.

Me sonrió y se fue hacia la cocina, yo la seguí.

- Otra vez llorando, cariño ya te he dicho que todo se solucionara, a demás tu prima se la veía igual de decaída que tu, tu tía me ha dicho que no esta comiendo nada y no para de llorar, deberías hablar con ella, las cosas se solucionan hablando y dejando tiempo para sanar las heridas, no al revés.- Dijo mi madre seria.

- Si mama, claro como no se me habrá ocurrido hablar con ella, como no le he enviado mensajes todos los malditos días, ni la he llamado mas de 30 veces.- Dije enfadada, había estado llamando a mi prima durante toda la semana, ya que el lunes comenzó todo le deje ese día para que se calmase pero ella es igual que yo y cuando se enfadaba olvídate de que te hable en bastante tiempo.

- Ya cariño, pero yo decía hablar con ella cara a cara porque ahí sentada en el sofá lamentándote de tu vida no vas a conseguir nada.- Y sus palabras fueron como un balde de agua fría.

¿Lo peor? que tenia razón, no podía seguir así, durante toda la semana vale que la he llamado pero también es verdad que he estado escondiéndome, en los baños, en la enfermería, los veía de lejos y huía. Hoy o había ido a clase por miedo, miedo a ser rechazada, porque se que eso me destruiría, pero no podía seguir así, mire a mi madre y le sonreí.

- Cuando quieres puedes llegar a ser una buena madre- Y me fui corriendo a las escaleras riéndome, la primera risa desde hace tiempo y se sentía bien.

- Esta loca- Escuche decir a mi madre mientras subía las escaleras.

Me duche, y me tome mi tiempo, me frotaba la piel como si intentase quitarme todo lo que había sufrido esta semana, todas las lagrimas que había soltado, los malos recuerdos.

Me vestí con una blusa azul y un pantalón negro apretado, me puse mis converse y cogí la chaqueta vaquera. Baje las escaleras y salí por la puerta, pero antes de que pudiese dar dos pasos mas me pare estática, abrí los ojos tanto que pensaba que se me iban a salir y no pude evitar abrir la boca.

- Nunca has escuchado eso de en boca cerrada no entran moscas - Dijo mi prima parada enfrente de mi. Yo rápidamente cerré la boca.

La mire fijamente, no se me ocurría nada que decir, pensaba replantearme que decirle de camino a su casa, esto me pillo de imprevisto, fruncí el ceño hacia ella, y ella se puso a la defensiva.

- No esperaba que fueses a venir, no me has dado tiempo a pensar una disculpa, no es justo.- dije enfadada con mi cabeza por se tan inútil.

- Pues improvisa- dijo con suficiencia. Si claro, improvisar. Genial.

- Eh... Yo, mira yo..... Lo siento.- Dije y me calle. y que hizo ella, me aplaudió. La muy puta me aplaudió.

-Mira se que no soy la mejor persona a la hora de pedir disculpas, joder lo siento, intente decíroslo, pero no pude, y luego empece a salir con Jack una relación que no duro ni dos días, tengo que decir, y para cuando iba a decirlo esa maldita zorra se adelanto y todo fue un caos y yo.. y yo- E hice lo mas humanamente patético que podía hacer. Llorar, me puse a llorar como nunca, ni los días anteriores llore tanto como estaba llorando ahora. Pero se sentía bien, no era como antes, mis lagrimas no estaban llenas de culpa, sino de liberación, y me sentí aun mejor cuando ella se acerco y me abrazo.

No hablamos, simplemente me abrazo mientras yo lloraba, como había echo cuando eramos pequeñas y al cabo del rato cuando me calme, me aparte un poco y nos miramos.

- Lo siento, de verdad, no quería ocultaros nada, de verdad.- Dije con la voz rota.

- Lo se, de verdad que si, ¿me duele que no me dijeses nada?, por supuesto, pero por eso no voy a dejar de hablarte durante el resto de nuestras vidas.- Me dijo sonriendo, y yo sonreí aun mas.

- No te voy a prometer que no lo volveré a hacer porque nunca se sabe, soy realista y se que nunca digas que nunca harás algo, porque no se sabe, pero te puedo prometer que siempre voy a arreglarlo, y aunque tarde semanas, meses o años, lo arreglare y seguiremos juntas, porque te quiero, porque eres la mejor prima del mundo y sobre todo porque no podría tener una familia mejor en el mundo.-Dije con lagrimas en los ojos.

- Cállate o me harás llorar a mi tonta. - y acto seguido empezamos a reírnos.

                     

Cuatro horas y dos películas mas tarde, estábamos las dos en el sofá llorando de la risa, estábamos viendo pitch perfect 2, y digamos que ver a Amy como intenta recuperar a Bumper me hizo gracia, pero también me hizo pensar.

- Oye, ¿que me dirías si intentase hacer lo mismo para recuperar a Jack ?- Mire a mi prima sonriendo.

- Que me darías vergüenza y entonces si que dejaría de hablarte por toda la eternidad.- y a mi se me borro la sonrisa.

- Es broma tonta, claro que me gustaría verlo,¿ tu cantando, y haciendo el ridículo por amor? Si por favor.- Dijo y empezó a reírse.

- Bien pues prepárate, porque tengo un plan. - Le dije poniendo mi sonrisa mas siniestra.

- Vale pero vamos a necesitar mas ayuda, y yo se de una, que esta deseando hacer las paces contigo. - Dijo ella, y nose como pero logro poner una sonrisa aun mas siniestra que la mía.

Mañana por la tarde era el partido.

Y por la mañana iría a ver a Jack.

Dios ayúdame.