MI PROFESOR DE MÚSICA ES UN ZOMBI
CAPÍTULO 2
Desmon se encontraba un poco decaído esa mañana. Las largas vacaciones del último verano habían terminado y otra vez comenzaba la tortura del colegio: los deberes, la rutina, los exámenes y los profesores. Aunque, con respecto a esto último, a sus oídos había llegado un jugoso rumor: El nuevo profe de música era un sujeto bastante extraño.
Los primeros comentarios le llegaron a través de la repelente Merceditas, una fuente de información no demasiado fiable, que afirmaba que el nuevo maestro se trataba “sin lugar a dudas” de un extraterrestre, así que no se lo tomó demasiado en serio. Sin embargo, horas más tarde, durante el recreo, Bob Ohara, Bobo, le confirmó la noticia:
—¡De verdad, Des! Te lo juro por las natillas de chocolate…
Ese detalle comenzó a inquietarle, Bobo nunca mentía cuando metía por medio a sus queridísimas natillas. Así que se preparó para no perderse ningún detalle de la situación que empezaba a gestarse. Al contrario de lo que era habitual, entró el primero en clase después del recreo. Se sentó en su pupitre y esperó ansioso. Dos minutos más tarde el profesor de música entraba en el aula.
—Buenos días niños.
—¡Buenos días! —contestaron todos a la vez.
—Mi nombre es Jawad Bourhim —afirmó con apenas un hilo de voz, mientras garabateaba su apellido en la pizarra—. Y seré vuestro profesor de música durante este curso.
Mr. Bourhim era un hombre alto y delgado, muy delgado; su cara era pálida y tan escuálida que los huesos de sus mejillas parecía que iban a salir disparados a través de la piel de su rostro. Llevaba unas grandes gafas oscuras que impedían que se le vieran los ojos, y una bata blanca. Su pelo era de un indefinible color grisáceo, y parecía como si se lo hubiera cortado a mordiscos algún perro hambriento.
La verdad es que estaba un poco decepcionado. Era cierto que el profesor era un tanto raro, pero de ahí a afirmar que era extraterrestre iba un abismo. Ya estaba comenzando a tramar una terrible venganza sobre Merceditas y Bobo cuando un detalle llamó su atención: el profesor de música llevaba guantes. Estaban en el mes de septiembre y todavía hacía un calor más que respetable, así que no era una cosa demasiado lógica. Ese detalle se quedó marcado en su cabeza, y más aun cuando comprobó que no se los quitó durante el transcurso de la lección, a pesar de lo incómodo que debía resultar utilizar los instrumentos con las manos cubiertas por unos gruesos guantes de cuero.
Al salir de clase Bobo le asaltó con uno de sus característicos discursos sin fin.
—¡Ves! Ya te lo dije. Yo t-te-tenía razón… No me habías creído ¿eh? P-pa-para que veas que yo cuando prometo algo… Ahora no podrás decirme nada, ¿no? T-ti-tienes que aceptar lo evidente… —Bobo no podía evitar tartamudear cuando estaba nervioso.
—Vale, vale. Para un poquito para respirar o te vas a ahogar —interrumpió Desmon antes de que le estallara la cabeza—. Puede que sea un tanto raro, pero eso no quiere decir que sea un extraterrestre.
—De Marte —afirmó Bobo.
—Así que un marciano, ni más ni menos.
—Eso es.
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Mi profesor de música es un Zombi
AdventureDesmon, Vero y Bobo sospechan algo del nuevo profesor de música. ¿Será un peligroso extraterrestre como se comenta entre los compañeros de clase? Si quieres unirte a los tres amigos para descubrir este misterio sólo tienes que comenzar a leer y unir...