cap 1

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Una tormenta sin , era lo único que se veía desde su ventana.

Oscuridad y no porque fuera de noche, sino porque el humo de los incendios de los reinos colindantes teñía el cielo azul de un negro profundo.

La princesa, Sakura Kinomoto, suspiró y cerró la ventana.

Odiaba la guerra, odiaba la oscuridad, pero lo que más odiaba en este mundo es ese ser al que se hace llamar a si mismo demonio.

Tembló cuando ese nombre cruzó su pensamiento y no era para menos, ese hombre ha matado a sus tíos, a sus primos, a sus parientes lejanos, a sus amigos, a todos lo que ella conocía. Miedo, pavor, terror.

Nadie sabía que quería ese ser, todos los reinos querían una tregua con él, pero él no.

Parecía que estaba buscando algo.

O quizás.

volvió a suspirar.

Tenía miedo, pero no por ella misma, sino por su padre, Fujitaka, que ya era un poco mayor; sentía miedo por su gran amigo, compañero y prometido, Eriol; pero sentía más miedo por su hermano pequeño, Toya, era su orgullo, su debilidad, su amor, su vida, era tan solo un bebe de un año, ella cuidaba de él, ya que su madre murió dándole a luz. Su madre.

Dos lágrimas solitarias recorren sus mejillas, dejando un fino rastro a su paso.

Se las secó enseguida, no quería volver a llorar, quería ser fuerte, quería ser alguien.

Sakura salió de la habitación y fue a la habitación de Toya, donde el pequeño estaba dormido, lo cogió en brazos y lo acunó.

Sakura, era una princesa fuerte y luchadora con 18 años recién cumplidos, tenía cara en forma de corazón y unos ojos verdes que se asemejaban al esmeralda o jade , unos labios pequeños pero apetecibles y una nariz respingona.

Un cuerpo delgado pero con curvas, era bajita apenas llegaba al 1.60, con una piel clara y una cascada de pelo castaño hasta la cintura, largo y sedoso.

La princesa ángel, así la llamaban los súbditos por su pureza, su inocencia y su hermosura, cosa que ella agradecía pero que no compartía, ya que ella le daba mucha más importancia al intelecto.

Ella era inteligente, leía muchos libros, y su educación había sido bastante estricta, no quería ser una princesa florero.

Lo único que no le habían

permitido estudiar era en el arte de la guerra, por ser ella una mujer.

Ella lo había intentado a escondidas, pero lo dejó enseguida ya que apenas podía manejar las pesadas espadas, así que se dedicó al tiro con arco, en lo que realmente era

Con cuidado a costo a Toya de nuevo en la cuna y cerró la puerta con cuidado.

Caminó por los largos pasillos vacios ya que todos los guardias estaban protegiendo la gran muralla del reino, sabían que el demonio estaba cerca, y también sabían que si lograba superar la muralla, todos acabarían muertos.

Un escalofrió recorrió la columna de Sakura.

No le importaba morir, ella daría gustosa su vida por familia, por el pequeño Toya; le rogaría, le suplicaría, se humillaría para pedir clemencia ante el demonio por la vida de su hermano, pero sabía que no le serviría de nada, ya que los demonios no tienen piedad porque no tienen alma.

"Mi ángel, pronto estaré contigo, pronto serás mía de nuevo, mi pequeña y dulce Sakura"

Ese pensamiento se repetía una y otra vez en la mente del demonio, mientras tocaba el cuadro una y otra vez.

Obsesión, adicción, esa era la palabra exacta, adicción, era adicto a ella desde que la vio cuando tenía 12 años.

Aunque era un crio y sin los sentimientos sin madurar, no podía dejar de pensar en ella, en esa sonrisa, en esos ojos, en el cuerpo de esa niña que apenas tenía los 6 años.

Pero en ningún momento sintió remordimientos, ni vergüenza, porque la quería para el. MIA.

Esa palabra se repetía en su mente cada vez que la veía, cada vez que pensaba en ella.

Con ninguna mujer había vuelto a experimentar lo mismo, ni una centésima parte, por eso él sabía que Sakura era especial, las demás solo servían para desahogar su lujuria y su necesidad, porque era un hombre, pero a ninguna de ellas les dejo decir su nombre, a ninguna le permitió hablar, a ninguna le permitió gemir, porque así, estando calladas él podía imaginar que estaba con ella.

-"Mi señor, estábamos listos para atacar al siguiente reino"

-"Perfecto... Mañana partiremos hacia el Reino Dorado"+

"Pronto serás mía"

Continuará...

En manos de un demonio sxsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora