Capítulo 2: «Linaje vampírico»

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Conté a todos la noticia del vampirismo de Zack, pero nadie fue capaz de creerme. Nadie, excepto Dani y Marcela, o bueno, en realidad ellas no me creen, aunque están dispuestas a ayudarme.

Después de la escuela, nos juntamos los tres, y camuflados, seguimos a Zack hasta su casa, sin que este se percatase.

Zack doblaba a la izquierda, luego a la derecha y nuevamente a la izquierda. Esto se repitió tanto, que Dani empezó a pensar que el vampiro nos estaba tomando el pelo.

Sin embargo, llegamos a su casa después de todo. Una casa grande, de paredes oscuras y ventanas viejas. Zack tocó la puerta y esta fue abierta por dos personas, un hombre y una mujer, quienes supusimos, eran los padres del chico, gente con vestuarios igual de excéntricos que sus peinados.

-Ah, hola, hijo mío -habló el hombre, y volteó ligeramente hacia nosotros, tras el arbusto más cercano-. ¿Son amigos tuyos? -le cuestionó a Zack.

Y nuestro corazón dio un salto, al igual que nuestros cuerpos. Marcela fue la primera en echarse a correr despavorida, tropezando conmigo, y Dani, por otro lado, huyó con arbusto incluido.

Zack es un vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora