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No confío en muchos y no porque no lo he intentado, si no porque me cansé de ser usada. Si, toda una vida me he considerado alguien frágil y no me avergüenzo de decirlo, pero esto parece ser la carnada perfecta para los demás.

No me considero"normal" , mis gustos y algunas actitudes son distintas a las que una chica de mi edad tendría y supongo que por eso soy un bichito raro de laboratorio. Les confieso que a veces pienso que me implantaron un cerebro ajeno. Mi mente se cuestiona a diario muchas cosas, observo mucho y detallo cada partícula que me rodea.

Mis poros transpiran nostalgia y conformismo, pero en ciertas ocasiones, felicidad y dinamismo. ¿Ven? esta especie de bipolaridad sentimental me quema las neuronas cada día. Por más que quiera cambiarlo siempre sigue allí,mi cabecita y su aspiración al resaltar del resto.

Supongo que no es mi destino ser alguien normal, un número más a la cuenta de humanos que sigue lo cotidiano.

Confío ciegamente en que Dios tiene algo reservado para mi, lo espero con ansias.

Con olor a desveloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora