TREINTA Y UNO

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31º

Y en la noche de navidad.

Cuando su madre se negaba rotundamente a irse del hospital.

Abrió los ojos, despacio y sin fuerzas.

Y de su boca salieron unas simples palabras.

—Gracias por apaciguar mi destino —Soltó dejándome perplejo.

—No más —Negué—. Te hemos salvado. Adiós cáncer.


MÁS ALLÁ DE LA VENTANA  /LIBRO 3º/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora