Cerrando ciclos, cambiando páginas

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Madre o no se si podría yo llamarte así, me llevaste por 9 meses en tu vientre y al momento de nacer me dejaste como si nada, a la vez como si todo fuera normal,muchas veces deseé tu muerte, esperé que un día me llamaran y dijeran:  acaba de morir.

Te cuento: siempre fui una chica buena, excelentes notas, concursos de lectura ganado unos tras otros, ganadora del modelo de las naciones unidas por cuatro ocasiones...nada de esto fue porque sí, todo lo que hoy te cuento eran esfuerzos para ver si alguien te contaba mis logros y quizás así tu pudieras quererme. Cada diploma, cada reconocimiento que me daban siempre miraba al final del salón esperando en mi inútil agonía que estuvieras allí.

Hoy ya soy más adulta y no espero que regreses por mi, que vengas y me digas que me amas, que soy tu prinsecita o que soy él regalo mas preciado que la vida te dio, no, hoy ya no espero eso y te confieso que te odié, te odié como nunca voy a poder odiar a nadie, la sola mención de tu nombre me hacia subirme por las paredes, ya no te odio he comprendido que en él mundo están las madres que lo dan todo por sus hijos, que luchan por darles todo lo que humanamente pueden, que le dan amor incondicional, que se desviven por ellos, que son capaces de matar, de venderse así mismas para que sus hijos tengan algo de comer...y que luego estás tú.

No te estoy reprochando solo quiero que sepas por todo lo que yo pasé, todo lo que tuve que asimilar a una edad muy corta, y hoy te escribo para decirte que lo he asimilado, que entiendo que en ti no existe ese amor ciego de otras mujeres, y que te perdono, que te perdono  por todo y te agradezco por nada, que te escribo porque es tiempo de cerrar ciclos y pasar páginas.

Reflexiones Cotidianas #SDA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora