Bianca's povMe siento frustrada, molesta conmigo misma ¿cómo no pensé en las consecuencias? no la culpaba a ella por las fuentes palabras que usó en mi contra, me lo merecía todo y mucho más pero mi mayor miedo era poder perder el poco avance que habíamos logrado, me había jurado a mí misma hacer todo para que se sintiese bien, y aquí estaba yo, fracasada, salí de su habitación sin decir una sola palabra, quería que se calmara para poder hablar mejor con ella, me negaba a la idea de que me cambiara por otro doctor, mis colegas eran exageradamente buenos a igual que yo y claramente la ayudarían si tan sólo se dejara y se los pidiese pero me eligió a mí y solo tuve que joderlo todo. Verdaderamente ya me había acostumbrado a sus pequeñas risas, sus pequeños roces forzados, sus miedos insuperables. Estaba irremediablemente involucrada con ella tanto profesional como personalmente, tenía algo que los otros pacientes no tenían y quería seguir averiguando que era.
- Doctora, llegó el siguiente paciente - anunció una enfermera entrando a mi consultorio sin tocar e interrumpiendo mis pensamientos
- cancele todo por hoy, me siento indispuesta - hablé sin apenas mirarla - me voy a casa en breve.
- ¿Vendrá usted de guardia esa noche? Ya sabe usted no está obligada, pero todos aquí en el hospital sabemos que lo hace por la paciente de la habitación 214 - suspiró y prosiguió - a saber usted porque tanto empeño por esa paciente que no hace más que crear situaciones, todos los doctores en ese hospital ya la conocen y vieron que no tenía cura, deberían meterla en un manicomio ¿usted piensa que podrá con su problema sacrificándose quedar en las noches por ella? - mis manos que apoyaban en el escritorio con el rostro escondido en las palmas abiertas, cambiaron de posición , levanté suave la vista y ya se encontraban mis ojos penetrando con furia a la mujer parada frente a la puerta y mis oidos escuchando atentamente a donde quería llegar con sus estupideces.
- ¿Si? ¿Y quien le pidió a usted el historial médico-vital de la paciente Elsa ? - la pregunté groseramente - ¿así son aquí en ese puto hospital y puto país de chismosos y espías? - me miró la mujer asustada, ya no media mis palabras ya que ya llevaban doble sentido - cuando le pida alguna opinión sobre la paciente de la habitación 214 me la va a dar, mientras tanto puede largarse - sin chistar la mujer salió volando literalmente hablando, al notar mi malhumor .
Salí de ese hospital sin volver al cuarto de Sinky para ver si se había calmado o no, no quería empeorar las cosas, así que decidí ir a casa para poder hablar con Lin ya que me debía varias explicaciones. Llegué a casa en menos de 10 minutos agradeciéndole a Dios.
" ¡Como amo las distancias de esta ciudad! Son tan cortas! En menos de lo que esperas llegas a tu destino". - dije para mí una vez estacionar el coche en el garage.
- Buenas tardes señorita - me dijo el jardinero al cruzar al lado suyo. Simplemente asentí ya que no traía buena cara, necesitaba de forma urgente una ducha por el calor que me atravesaba espantosamente.
- Buenas tardes Doctora bianca - dijo félibe una vez verme.
"¿Es imposible pasar desapercibida?" - dije internamente. Mientras hacia el esfuerzo por responderle.
- Para usted también - respondí pero sin frenar mis pasos largos ya que no quería ser interrogada por él por mi estado de ánimo.
Llegué a mi cuarto y me Tumbé en la cama, quería escribirle a sinky pero algo me lo impedía. Así que decidí ducharme, luego me vestí casual para ir a hablar con Lin. Caminé hasta la terraza ahí encontré a una mujer frotando el piso, al fijarme en sus rasgos faciales me di cuenta que no se trataba de la la señora Mami. Aquella mujer que nos había recibido de muy buena manera junto con su hija el día que llegamos.
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SIN FRONTERAS
Teen FictionBianca es una francesa de 27 años, estudió medicina, entiende varios campos de la medicina, como pediatría, ginecología, psiquiatría, odontología , pero se especializó más en psiquiatría y está ejerciendo su labor en médicos sin fronteras, desde qu...