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"¡Hyungie, tenemos que ir a aprender con la señorita Kim!" Lay sacudió al dormido Suho que se quejaba de todo el alboroto.

"¿Qué qué?" Se frotó los ojos mirando de un lado al otro.

"Tenemos que ir y aprender" el feliz Lay dijo esperando en la puerta a su hyung.

"¡Está bien, pero no quiero!" El niño soltó un estornudo y luego corrió por una caja de pañuelos para su nariz.

"¿Estás bien, Hyungie?" Preguntó el más pequeño todavía estando feliz, esperando pacientemente en la puerta.

"Sí, estoy ... ¡ah!" B-bien..." Suho lentamente caminó hacia él conteniendo su tos.

Lay miró muy preocupado a su hyung. Su piel estaba muy pálida, su nariz roja, los ojos rojos y cristalizados, olfateando y sorbiendo por la nariz a cada segundo.

"Vamos, Layie" agarró su mano cuando estaba a punto de salir por la puerta pero fue detenido.

"Hyungie, ven aquí" Lay movió su mano. "Oh ... ¿No te sientes bien?" Se acercó a su amado. Puso su mano sobre su frente, que estaba quemando como si de una sartén caliente en una estufa se tratara.

"¡Hyungie, tienes fiebre!" Le entró pánico porque su hyung estaba mal, no importaba la temperatura en realidad; para Lay era como si estuviera con 100 grados encima.

"Layie, no es gran cosa, vamos a clases" olfateó poniéndose una mano sobre la boca y agarró la de Lay con la otra. Él apartó su mano de él.

"¡Hyung, estás enfermo, quédate!" Lo empujó la cama.

"No, Lay, estoy bien."

"No, no lo estás."

"Puedo manejarlo."

"No, hyung, sólo déjame cuidarte."

"No, La-"

"¡HYUNG, DEJA QUE TE AYUDE, DE ACUERDO, TIENES FIEBRE!" Gritó y luego se cubrió la boca de inmediato por haberle alzado la voz a su hyung.

Los ojos del mayor se hicieron más grandes, sorprendido por su repentino grito.

"Hyung, lo siento," abrazó a su novio.

"Está bien... si quieres ayudar, te dejaré," se rió entre dientes besando su mejilla.

"¿Q-qué fue eso?" Se sonrojó sosteniendo la mejilla recién besada.

"Olvidaste darme un beso al despertar."

"Seguro... aunque recuerda que sólo tengo seis años."

"Todos tenemos seis, Layie."

——

"De acuerdo, Suho, aquí está tu sopa y asegúrate de comerla cuando todavía esté caliente." La trabajadora colocó la sopa recién preparada en el escritorio del dormitorio y un poco de chocolate caliente al costado porque es diciembre, así que hace frío.

"¡Gracias!" Él tosió inclinando su cabeza con respeto.

"No hay problema, y ​​Lay, lo dejo a tu cuidado" sonrió cerrando la puerta.

"Está bien, hyung, abre la boca~" dijo moviendo la cuchara en dirección a la boca de Suho, como si fuera un pequeño avión en camino a la boca de un bebé.

"Uhm no" negó con la cabeza. "¿Qué? ¿Por qué?" Gimió sabiendo que iba a ser terco.

"Porque no quiero" dijo.

"Venga "

"No"

"Hyung"

Uh uh..."

"Hyungie~" hizo un puchero muy lindo que Suho no pudo soportar.

"¡B-Bien!" Abrió la boca al oír que el otro celebraba.

"Está bien, abre" le colocó la cuchara en la boca al ver que sus ojos se iluminaban.

"¡Layie, está muy rico, más!"

—-

"Layie, hiciste un gran trabajo cuidándome," dijo el mayor sin duda alguna mientras estaban sentados en la cama de Suho uno frente al otro.

"Gracias, Hyungie, "su hoyuelo le sonrió cuando Suho acarició sus mejillas.

"¡Mereces un beso!" Extendió los labios, pero Lay lo rechazó.

"No, hyungie, estás enfermo," soltó una risita.

"Por favor," su pequeño novio se quejaba.

"Nop..." dijo, luego sintió los labios del otro acariciar su mejilla derecha.

"Te amo, Hyungie."

"Te amo, Layie."

¿Por qué yo? - SuLay [Traducción al español.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora