Capitulo 4

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  "Nada está predestinado a suceder. Tú puedes escribir tú historia, elegir tú camino y decidir tú destino."

                               -Autor M.M.D.

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    La había llevado a cenar a una pizzería local, pero justo al pasar por la puerta había notado mi error; su belleza no encajaba con el lugar tan modesto y no pude evitar ver la incomodidad en sus ojos.

- Nos podemos ir a otro lugar si quieres - le había dicho al entrar, me sentía un idiota- seguro habrá un mejor lugar abierto por esta zona.

- No te preocupes- me respondió mientras toco suavemente mi brazo- es solo que mi ropa no fue pensada para entrar a un lugar familiar a cenar.

Sentí a mi conciencia darme un fuerte zape en la nuca, yo era más ciego que idiota si eso era posible. Me quite la chaqueta negra y le ayude a ponérsela, por suerte era tan grande como para cubrirle las piernas y los hombros de una manera adecuada.

- Gracias- me respondió.

La cena no tuvo mayor trascendencia, comentarios triviales, temas sin importancia y mucho contacto visual.

    Justo después nos dirigimos a un hotel, el Rioter Entermin, uno de los más prestigiados hoteles cinco estrellas de la ciudad. Ella me lo había aconsejado. Quise preguntarle cómo lo conocía y por qué quería que fuéramos a un hotel, pero justo antes de hacer semejante estupidez recordé dónde había iniciado esa noche y todo lo que había presenciado anteriormente. Mi mente me había hecho creer que aquello era una cita y me emocionó con la idea de tenerla de una manera más profunda que cualquiera de los otros hombres, pero me había engañado. Que idiota.

    Al llegar al hotel abrí la puerta del Audi para encontrarme al ballet, elegantemente vestido de chaleco rojo y zapatos negros de charol, le entregue las llaves y corrí a abrirle la puerta a mi acompañante. Élla me sonrió, con una de esas sonrisas que te calientan el corazón, pero al  notar que aún traía su bolsa de plástico llena de chucherías colgando en su mano no pude evitar sonreír, se veía casi infantil.

    Recorrimos el sendero de jardineras y flores en silencio. Uno junto al otro hasta que llegamos a la recepción y una joven pelirroja bastante bonita nos recibió.

-Buenas noches

-Buenas noches y bienvenidos a Rioter Entermin- respondió la pelirroja a la vez que erguía más su posición- ¿En qué les puedo ayudar?

-Una una habitación lo más alto que tenga por favor

La pelirroja seguía pasando la vista entre la mujer con la que había llegado y yo; mientras sacaba el pecho como pavo Real y sacudía el pelo más de lo normal. Jamás una mujer tan bella había intentado coquetearme, las mujeres en general no me prestaban mucha atención, pero no me importaba en lo más mínimo, tenía a la mujer con la que tanto había soñado justo a mi lado. Las demás podían irse al infierno.

-Tenemos dos habitaciones diponibles para hoy- la chica era todas sonrisas insinuantes, totalmente incomodo- nuestra suite Real en el último piso y una habitación doble unos pisos más abajo.

La cabeza me dio vueltas, quería impresionarla a toda costa pero seguramente el precio de esa suite me llevaría a dar muchas explicaciones a mis padres, tal vez encontraría una manera de ...

-La habitación doble está perfecto- respondió mi cita. Para cuando voltee a verla ella solo me sonreía abiertamente, no quería que pensara que no podía pagarla. Pero me alivie de no tener que gastar lo que no tenía.

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    La rubia asintió, entregó la llave del cuarto y regresó la tarjeta, estaba desilusionada, por un momento pensó que yo me había fijado en ella, pero no era así, las mujeres como ella ya me habían echo sufrir bastante.

    Le tome la mano y la guie hasta los elevadores, ella tocó el botón y las puertas se abrieron de par en par. Apenas se cerraron las puertas, el aire del elevador se volvió escaso y tóxico en mis pulmones. Los pisos pasaban lentamente en la pantalla 1, 2, 3,4...15, 16,17. Y las puertas se abrieron de golpe en el piso 18 y una pareja de jóvenes con ropa de instituto entraron a tropezones en él dándose caricias y besos visiblemente dolorosos.

   El ambiente cambió, como cortado por unas tijeras, todo se sentía menos tenso. Tener a esa pareja ahí era la forma perfecta para demostrarme que no podía hacerlo peor que ellos. Pero también era la prueba irrefutable de lo que iba a ocurrir con. Ella la puta y yo el cliente.

    La pareja seguía con lo suyo con mayor intensidad, como el hecho de que tal vez el exhibicionismo sexual los excitara más. Mientras que nosotros dos estaban uno en cada extremo del elevador, separados por la pareja que nos ignoraba muy metidos en su asunto.

    El elevador siguió ascendiendo 20, 21, 22... 36,37,38. La puerta se volvió a abrir en el piso 42 y la pareja salió en un manojo de cuerpos del elevador - El chico con una mano bajo la blusa y otra bajo su falda, y ella con los dedos clavados en el cabello de él y las piernas enroscadas en su torso-.

    Solos de nuevo.

    Llegaron a la habitación 2585 del piso 53 donde muchas cosas terminarían y otras estarían a punto de empezar.

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  Perdón si tarde mucho en subirlo pero estaba con semana de exámenes finales. Espero y les haya gustado, den like y compártanla. Espero sus comentarios me encantaría leerlos!!.

  Hasta el próximo capitulo (muy pronto) ¡¡¡Biie!!!.

Destino  ~Se vive el ahora o se lamentara siempre~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora