Desde cero

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Y al fin,un cambio más! Casi por tradición cada año era necesario un cambio de casa, nueva escuela, nuevo color de uniforme y en este verano, un primer amor.

-¡Que emoción, nueva casa!-
Era tan natural el sarcasmo en su lengua que podía lastimar sin siquiera pensarlo, al mismo tiempo que jugaba con el pensamiento de los más inocentes.

Después de mucho tiempo de tratar de encajar en una escuela, de pasar casi inadvertido entre la bola de compañeros que se burlaban de él y de al fin poner su mirada en una linda niña de su salón de clases, Joe estaba listo para que este tercer año, fuera su año!

Pasó con éxito el primer día del nuevo año escolar, lleno de ilusión y con la firme esperanza de dejar atrás esa fama del afeminado y aburrido de la clase. Todo su día había sido genial, pero como todo lo lindo en su vida, no le duraría mucho la emoción.
Al llegar a casa, se encontró con la inesperada y tardía sorpresa de un nuevo cambio de casa, un cambio a aquel lugar de su infancia, lleno de recuerdos agridulces pero sobre todo de esos amigos a los que hace años quiso mucho, claro eso hace ya muchos años.

Así que al fin de cuentas, al cabo de los días Joe se veía nuevamente desempacando de una pequeña cajita de cartón la cuál llevaba aferrada a el y que contenía sus objetos más preciados, entre ellos un pequeño moñito negro, una fotografía y unas muñequitas miniatura, todos ellos objetos de su infancia.

Después de instalarse, mamá lo llevó a su nueva escuela, diciéndole que todo sería genial, que haría "nuevos amiguitos" y que ahora podría estar más cerca de casa. Así que... Que podría salir mal?

Primera semana : TODO MAL, HORRIBLEMENTE MAL!!!

Desde el quedar en el mismo salón con el primo que de pequeño fué comparado en repetidas ocasiones, ser considerado el tipo mamón de la clase, ser tachado de afeminado y coronar la semana con una visita al baño durante la clase de educación física y ser bañando con un bote lleno de basura mientras se cambiaba.
Si, aquellos sueños de ser alguien nuevo este año escolar, habían sido abandonados a medio camino de la mudanza junto con el empaque de galletas que mamá aventó por la ventana.

-Genial mamá! que podría salir mal?- era la frase que rondaba sus pensamientos desde los primeros minutos de haber entrado a la escuela hasta que por fin tocaban la campana de salida.

De a poco iba dándose a reconocer con los compañeros de otros grupos, y para su suerte encontró a otra alma rara igual que el . Una chica bastante linda para ser verdad, de piel morena, muchos lunares, cabello largo,y unos ojos enormes que enamoraban a cualquiera.
Ambos compartían un gusto por una cantante sumamente extravagante de moda en aquel momento. Joe al fin sentía que tenía con quien platicar, cantar a todo pulmón y envidiar la enorme  colección que cualquier LM querría poseer y que Heidy tenía. Por momentos parecía que las cosas no eran tan malas, en ocasiones sentía que cosas buenas pasarían, y a decir verdad no estaba tan lejos de la realidad.

Pasaban los días en aquellas bancas que había en lugar de comedores sobre las cuales se sentaba a desayunar, de vez en cuando hablaba con los demás de las tareas que les habían dejado, de lo insufrible que era el maestro de educación física y de lo maravilloso que era el pensar en aquel viaje de estudios, el cuál nunca pasaría.

Un día de esos, de la nada apareció a lo lejos una silueta conocida, algo tocada por los años, con muchos kilos de menos y centímetros de más, pero era él, aquella persona de su infancia, que nunca pensó encontrarse, era quien sería aquel primer amor de su vida.

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⏰ Última actualización: Feb 23, 2018 ⏰

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