Criminal Heart

Capítulo 2 "Mentira Piadosa "

— Hoy tengo que ir a comer con un par de socios, más tarde regresaré a la oficina por si necesitan algo, podríamos cenar en casa o... — ella me miraba en silencio, con el pelo húmedo mientras mordisqueaba un poco de su tostada francesa y bebía un sorbo de té. Era realmente extraño poder tener un poco de su atención , por no mencionar el hecho de que estaba desayunando conmigo en la habitación que se suponía era de ambos.

— Esta bien, si quieres podemos salir a cenar. Hoy no creo que tenga algo que hacer después de la universidad, además, Ru-chan y Shou estarán ocupados, y Rin-chan saldrá con su novio. — la vi encogerse de hombros, sin apartar la mirada de mi persona, definitivamente algo malo estaba sucediendo, porque aquello no era para nada su actitud habitual.

— ¿Ayame, sucede algo? — me miró un par de segundos antes de que su mirada escapase hacia nuestro ya casi inexistente desayuno.

— No sucede nada Saga, solo... pensaba que sería bueno dejar de discutir como perros y gatos, ya sabes, no es bueno. — abrí la boca de la impresión, ella diciendo aquello, era... era tan imposible, tan irreal, y aun así me alegraba de sobremanera.

— Es raro escuchar eso viniendo de ti. — de nuevo ese encogimiento de hombros, lo siguiente no lo esperaba, por lo cual no reaccione a tiempo, me tomó por la barbilla antes de lamer los restos de mermelada en la comisura de mis labios, me quede estático un par de segundos antes de sentir su boca sobre la mía, con sabor a fresa y té verde mezclandose, sin dudarlo correspondi al gesto, le tome por la mejilla y poco a poco la distancia entre ambos se volvió inexistente.

— Será mejor que me aliste para la universidad — musitó contra mis labios antes de romper el contacto, sonrió de medio lado y yo solo le miré embobado, como un imbécil, como lo que era, mientras se alejaba y se ponía algo más de ropa aparte de esa bata de satin.

Nunca me permitia irle a dejar a la universidad, para ella ese tiempo sin mi parecía ser sagrado y a pesar de su extraño comportamiento aquella mañana, esa negativa parecía seguir en pie. Verle salir por la mañana en jeans o esos pantalones de cuero ajustados a veces me hacían perder la compostura y hacer salir los mas bajos instintos de mi ser, aunque estos últimos eran bien controlados, porque de no ser así ninguno se levantaría por las mañanas de la cama.

— Hasta más tarde — se puso el casco mientras acomodaba su chaqueta de cuero y su mochila antes de salir en su motocicleta color rojo, directo hacia la salida, no me iba a acostumbrar a la nueva ella, esa que parecía querer evitar el conflicto conmigo, aunque seguramente, y como todo lo que hacía, esta tendria una razon detras. Subi al auto y suspire pesadamente, no podia dudar de ella todo el tiempo, pero que cambiara su actitud de un dia para otro era extraño. No le di más vueltas al asunto tenía negocios y asuntos importantes que arreglar en la oficina como para concentrarme en ese cambio tan repentino en mi esposa.

Llevaba los audífonos puestos a un volumen moderado mientras conducía mi motocicleta, era algo temerario, estúpido e irresponsable aquello pero la verdad es que no me importaba en absoluto pues sentía la adrenalina inundar mi cuerpo de una manera insospechadamente rápida, mentir era una de las cosas que mejor se me daban, desde niña lo había sabido, mi padre decía que aquello era tan beneficioso como peligroso, y que solo debía usarlo en casos extremadamente necesarios y este era uno de esos casos.

En cuanto llegue a la universidad aparque lo más cerca, no quería atravesar medio estacionamiento por la tarde mientras el sol caía sin piedad sobre mi, me quité el casco en cuanto tuve oportunidad y baje de mi vehículo, como de costumbre ahí estaba, poniendo el candado a su bicicleta color plata. Camine hasta él y toqué su hombro con delicadeza, yo solía ser demasiado silenciosa, como un depredador acercándose a su presa, por lo cual a veces le provocaba ciertos mini infartos cuando me tenia cerca, el rubio un par de centímetros por encima mío volvió la mirada hacia donde estaba y me sonrió en cuanto entre en su visión periférica.