«Parte 07»

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"Para A":

—Oh, veo que viniste

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—Oh, veo que viniste.— dijo al abrir la puerta una mujer de cabellos rubios y ojos verdosos.

—Si. —dijo incrédulo. No podía creer todavía que estuviera ahí mismo en casa de su amigo para cuidarlo mientras esté enfermo.

Ya que sus padres, los señores Cipher no estarían ausentes y él se quedaría solo, el rubio le insistió en que él lo cuidara. Y al final lo hizo. Además era fin de semana. No debía preocuparse por entregar deberes al día siguiente.

—Pasa. — dijo la mujer sonriendo le con aprecio.

Ella y su esposo conocían al "pequeño" Dipper desde que estaba en jardín de niños. Y le decían pequeño por qué su hijo le decía así en forma de burla hacia el menor por su estatura. A pesar de que posee una edad de 16 años, parece de 13.

—Bill, ya llegó Dipper.— avisó la madre.

Bill ocultó "desapercibidamente" la bolsa de Doritos que estaba comiendo detrás de su almohada.

—Hola Bill.— saludo el castaño haciendo un ademán mientras se adentraba a la habitación.

—Oh Pino, viniste.— soltó el rubio con una sonrisa evidentemente alegre.

—Los dejaré. Dipper aquí está las pastillas que debe tomar Bill y a qué hora, además de las cosas que debe comer y etcétera. — dijo la mujer con seriedad entregándole una papel doblado al Pines donde yacía escrito lo necesario.— Nos vamos, cuídense.— dijo para darle un beso rápido a su hijo en la frente y otro al castaño que se quedó sorprendido y ruborizado por tal acción de una admirable mujer.

—¿A qué hora regresaran?— preguntó antes de que su madre saliera de la habitación.

—Mañana a las seis de la mañana.— Respondió encogida de hombros.

—A-Adiós. Que le vaya bien. — dijo Dipper mientras se despedía de la mujer.

—Entonces solo quedamos tú y yo, Dipper Pasiva Cipher Pines.— dijo burlón el rubio mientras tosía un poco.

—¡Que no soy pasiva!

—Claro, y yo soy un monstruo con tentáculos.— dijo virando los ojos. Hasta que la se imaginó el con tentáculos y un Dipper indefenso.

Debía dejar de ver anime con ése tipo de temática.

—Da igual... Y como que, ¿Cipher Pines?

—Ya sabes, cuando nos casemos mi apellido- empezó a explicar Bill, siendo interrumpido por el menor. Tomó un trapo para sonarse la nariz.

—¡Olvídalo!...— exclamó irritado. Le dio una ojeada a la hoja que le entregó la señora Cipher. —¿Ya cenaste?

—Todavia no. Apenas son la seis de la tarde. Mi madre hizo un puchero. Está en la estufa, sólo debes calentarlo unos diez minutos y ya. De beber sólo puedo cosas naturales.— explicó haciendo un puchero pues él quería tomar refresco con colorantes.

"No Enciendas La Luz, Tengo Miedo" EDITADA2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora