Remember me for centuries

200 26 3
                                    

1/?
—∆—

Lo único que podía oír eran mis dudosas pisadas a través del bosques adentrandome más y más, el sol acogedor me acompañaba, aunque sabía bien que no por mucho y que debía parar si no quería perderme. Pero era jodidamente imposible, mis pies hacían lo que querían, siguiendo aquella melodiosa voz

Es sólo mi imaginación

Pero antes de que pudiera darme media vuelta e irme, me detuve.

Ahí, en medio de ese círculo desolado, como si los árboles y pinos lo esquivaran, bajó la luz anaranjada del creciente atardecer, estaba Bill

Bill Cipher

Retrocedí dos pasos instintivamente y caí al suelo, apreté fuerte el césped bajo mis manos, buscando el suficiente valor para poder ir y verlo de cerca... De hacer algo con él

Pero lo único que atiné a hacer fue correr, correr y correr hasta llegar a la cabaña.

—¿Que pasa Dipper? Estás pálido

—Y-yo... Eh... Me perdí en el bosque y bueno... ¿Como está tio Stan?

—Estuvo susurrando cosas y removiéndose mucho. Me preocupa. ¿Encontraste algo?

—No, la verdad es que no...

—En la cocina está tu cena

—No tengo hambre... Iré a dormir

Subí las escaleras con cansancio y me encerré en la habitación, me lancé a la cama sin siquiera pensarlo y me dispuse a dormir.

.

.

.

2:45  a.m

Desperté exaltado y sudando, sin poder recordar qué demonios había soñado, me levanté y bajé a la cocina, con el hambre creciendo en mí

Después de darme una buena cena, me quedé en el porche observando como los pinos se mecían en la obscuridad

Pino...

Pasé saliva y mi respiración empezó a entrecortarse. Mi cabeza se empezó a llenar de dudas, y una batalla se hizo presente: ir o no ir

Iré

Me levanté de un salto y, aún en pijama, empecé a caminar lentamente siguiendo esa voz, de nuevo

El rocío mojaba mis calcetines mientras el nerviosimo empezó a nublar mi mente. El corazón me latía con fuerza en el pecho, vería a Bill, después de tanto tiempo, vería a aquél que me arrancó el sueño, la vida...

El corazón

Sacudí mi cabeza, estaba empezando a pensar boberías

Después de un tiempo, en el cual el sol comenzaba a asomarse nuevamente  fue cuando llegué frente a su estatua. Sonreí de medio lado, el miedo se había ido, todo se había ido...

Acaricié con mis dedos su sombrero, y arranqué la maleza que empezaba a consumirlo lentamente después de dos años, suspire...

—Bill... Sé que me odias... Lo sé... Pero... Han pasado tantas cosas que yo...

Las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas sin permiso, de pronto, todo el pesó que había cargado por estos años se me venía encima, estaba cansado de todo

Me dejé caer y me abracé con fuerza a la fría piedra que tenía delante.

Y lloré

—No puedo con tanto Bill, no lo soporto... Las burlas, la responsabilidad de cuidar de Mabel, de cuidar de mí mismo... Las pesadillas... Las ganas de... Venir... A verte.... ¿a verte?

Me despegue inmediatamente, riendo por lo tonto que me debía ver, me limpié las lágrimas de un manotazo

—Si me vieras... Probablemente dirías que soy un niñito llorón y débil... —las lágrimas empezaron a correr otra vez— y quizás lo soy... Bill... No sé porque quise volver aquí... No lo sé... No sé porqué siempre termino cuidando de todos... ¿Pero quién me cuidará a mí?

Los pajaros a mi alrededor empezaron a cantar con dulzura, intentando consolarme. Y es que no entendía, no entendía porqué regresaba a él, a quién había destruido mi vida (en parte), a un demonio isósceles que intentó matarme todo el verano... Pero que me hizo sentir más vivo que nunca

“—Desde que te vi, no te he sacado el ojo de encima niño —Sonrió— ¿que te parece un trato?”.

Todavía recordaba la forma en que me lo había dicho, en como me había dejado de sentir invisible... En como él había logrado verme a mí, incluso si era sólo para destruirme otra vez

Y lo odié

Pero ese odio se fue disipando con los días próximos, días en los que iba y visitaba su estatua y le hablaba, y lloraba, y seguía ahí (aunque él tampoco tenía de otra)

Y, como todos los días, podía sentirme observado, podía sentir que alguien me abrazaba cuando yo lo hacía con esa estatua sin vida...

—∆—

Me levanté con una pesadez increíble, suspirando y arrastrando los pies

—¡Torpe! Hice jugo Mabel, sirvete —gritó mi melliza al verme pasar al pequeño comedor, negué

—Tengo que salir

—¿Salir? ¿a donde vas?

—Solo quiero salir

—¡Iré contigo! Es un milagro que ya no tengas la nariz pegada a esos tontos libros, hermanito

—¿Pues quizás no se te ocurrió la idea de que siempre he tenido la nariz pegada a esos libros porque son mejores que nuestra estúpida realidad? ¿acaso no podías sólo preguntarme por lo que yo sentía en vez de enfocarte en tí? —Le escupí las palabras como veneno, ella me miró con el corazón roto, pero ya no podía soportarlo más— Quiero estar sólo, no te entrometas. Por favor. Esto no es de tu incumbencia

Y salí de casa, sin mirar atrás

—∆—

Como todos los anteriores días, limpié la estatua y me senté junto a ella

—Si alguien me viera pensaría que estoy loco... ¿Pero no lo estamos todos ya? ¿que es normal en éste pueblo?... —Suspiré, sintiendo una mirada, pero era diferente... Decidí no darle importancia— Peleé con Mabel, ¿sabes? Tenías razón, siempre hice cosas por ella... ¿Pero cuando me devolvió el favor? ... Es mi hermana y la amo... Pero todavía sigo intentando perdonarla por todo... E intentando convencerme a mí mismo que no es la gran cosa...

—¿De qué hablas, Dipper?

—∆—

Bueno amiwitas, éstos capítulos serán cortos, espero les guste!

Clarity [Billdip/Bipper]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora