Diciembre 24 del 2014" pero el tiempo dirá, if we go spend our life together en lo que el mundo gira "
Era navidad, la época del año que más odiaba. Era tan insulsa que quería permanecer ahí, en la habitación con el frío rodeando el ambiente y la humedad creando un aroma casi insultante.
Tenía los ojos cerrados y pronto comenzaría a pensar que todo en él se había acabado, no comenzaría, de hecho, ya lo estaba pensando.
Se rió internamente.
« Ahora sí que pareces un esquizofrénico » habló la nueva con asco.
« Creí que al fin ibas a morir » se burló la madura.
« Está claro que nuestro Kendall puede ser más que resistente » dijo la pacífica.
« ¿Resistente dices? yo diría que un tipo con suerte » aclaró la madura.
Estaba claro que no lo dejarían en paz así que decidió que dormir, quizá las aplacaría. Si no las mataba entonces sólo podía callarlas.
La puerta de la habitación sonó con un chirrido mientras se abría, supo que no se trataba de una enfermera o enfermero, ni siquiera de un doctor. Ellos sólo veían por la gran ventana frente a él y se retiraban, además instantáneamente el lugar se llenó de calma y al fin pudo respirar.
Aunque sus voces aún seguían parloteando eternamente ahora sólo las escuchaba de fondo. Por ella.
Podía sentir su proximidad como cuando te acercas al fuego después de estar bajo el efecto de las bajas temperaturas, era abrazador y reconfortante.
No era estúpido, había algo en ella que lo hacía querer desear más, que lo hacía querer disfrutar.
—Estaba realmente preocupada—murmuró con cautela— . Creo que cuando corría hacia aquí muchas personas se preguntaba que demonios me pasaba, seguro que pensaron que estaba escapando o algo así.
Ella llevó su mano a la de él y la tomó como si de algo delicado se tratase, quizá porque tenía una intravenosa justo de ese lado pero él en realidad quería pensar que era debido a que los confusos sentimientos que se desarrollaban dentro de su mente no eran sólo de él. Sino que también ella podía experimentarlos.
—Mis padres vendrán por mí mañana por la tarde para celebrar Navidad "en familia", —dejó escapar un suspiro y la chica siguió hablando mientras comenzaba a pasar el dedo pulgar por los nudillos de él— creo que en realidad ellos sólo quieren restregarles en la cara a los demás que podemos aparentar ser perfectos. Yo no creo eso.
Él podía comprenderla en su totalidad, cuando Chris nació, la tristeza de sus padres era notoria, incluso pasó a intolerancia durante cierto tiempo. Pero cuando se presentaban frente a la sociedad actuaban como si realmente ese bebé les hubiera salvado la vida. Como si su capacidad lo hiciera más especial y cuando regresaban a la construcción vacía de emociones que todos llamaban "hogar", volvían a olvidar todo. Chris era una carga para sus padres, también Kendall pero a Kendall lo podían encerrar en un manicomio, a Chris no o todos verían lo crueles que realmente podían llegar a ser.
—No sé porqué me fui de esa manera el día pasado, eres el único aquí que puede amenizar el día. Me encontré con James dos veces, tenías razón. —dijo bajando la voz poco a poco— Intentó algo conmigo, espero que sus testículos se encuentren bien en éste momento.
Kendall reprimió una carcajada, sus ojos seguían cerrados y extrañamente sus voces se oían lejanas, casi imperceptibles. Algunas dejaron de hablar, la madura y la nueva eran las más persistentes, pero se perdían en la voz de la chica a su lado.
____ Reynolds era su cura y esperaba que nunca se fuera, al menos durante lo que quedaba de su adolescencia. Quería abrazarla para mantenerla cautiva en sus brazos aunque sea un breve momento más.
—Creo que ese golpe en la nariz fue horrible. Espero que en éstos momentos no te duela porque se ve horroroso, de hecho si yo no supiera que sufres de ataques, diría que eres parte de una pandilla.
La pelea, mejor dicho la "plática" que había tenido con Wesley le llegó a la mente y se perdía en su memoria. Se inundaba en estos momentos con la presencia de la chica a su lado, casi se sentía en paz si no fuera por la máquina que tenía al lado y sonaba marcando el ritmo de su corazón. Daría su vida entera por no estar en ese hospital, daría su vida entera por no tener esquizofrenia.
— Tienes que despertar, Kendall. Eres el único al que tengo aquí, el único en quién realmente puedo confiar.–soltó una pequeña carcajada que se rompió y prosiguió– Es irónico porque sé que mis padres deberían conocerme más que un chico que conozco de hace días pero... tú eres algo más.
El corazón de Kendall comenzaba a acelerarse y podía escucharse con la máquina. Maldita fuera esa máquina. Estaba seguro de que de no ser por ella, él se concentraría en todo lo que la chica estaba confesando sin temor a sentir de más y arruinar todo.
— Sé de antemano que el amor no existe. Sé que es como Santa Claus, creado para poder hacer mercancía a base de eso y venderla por más valor del realmente necesario.—murmuró y volvió a reír en un tono bajo– Me siento como Hayley Williams cantando "The Only Exception" pero no me culpes por lo cliché que el amor nos hace.
Volvió a reír y a apretar su mano.
—Por favor dime si estás escuchándome porque si lo estás haciendo al menos seré la tonta que cree en las series de televisión demasiado como para hablar con alguien en este estado.–suspiró—Pero si no hablas, entonces tengo que partir sin decidir si quedarme más tiempo o irme ya de aquí. Quiero intentar algo contigo y estoy realmente asustada pero sé que puedo concentrarme en nosotros.
Kendall estaba mareado, sus voces no le hablaban y necesitaba decidir si hablar o no, sentía sus extremidades más pesadas y empezaba a asustarse por perderla.
—Bueno, entonces. Me retiro.
¡No! Ella no podía irse, no sin antes decirle...
Le tomó la mano con fuerza y pudo sentir su brazo dormido aplicando más fuerza de la que podía. Abrió los ojos esmeralda que tenía y suspiró cuando la vio de pie. Tenía un vestido negro de tela suave y un abrigo rojo, lucía como Caperucita y él, él era el lobo quebrantador de almas inocentes que iba a capturarla entre sus garras para nunca soltarla.
La jaló hacia él y con su otra mano la tomó de la cabeza, guiándola a sus labios.
Era el paraíso, sus dulces y titubeantes labios eran casi angelicales. Lo disfrutó tanto que cuando empezó a perder aire por el beso quería morir en lugar de dejarlos libres. Prefería morir a dejarla pero primero tenía que amarla.
Se separó de ella y la observó directamente a los ojos.
—Yo también quiero intentarlo.
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Everything Is Blue |Kendall Schmidt|
FanfictionDonde un chico de 19 con problemas de esquizofrenia se enamora de una chica de 17 con problemas suicidas. «Estas rasgado de todas las orillas, pero eres una obra maestra...»