Saque mi celular de mis bolsillo y vi las cincuenta llamadas perdidas de Sophia, una nueva llamada hizo que de un pequeño salto—¿Aló?
—Meghany, soy Sophia— informó mi mejor amiga— ¿te expulsaron?
Imagine sus achinados ojos mirando con preocupación— Si...
Respondi enfadada—ire a tu casa, en cuanto terminen las clases...
—No! —dije rápidamente, haciendo un gesto de negación como si ella me estuviera mirando
—¿Porque?
—Es que... —resople— si vas a casa mi hermana pensara que me pasa algo y luego hara preguntas y sin darme cuenta le contare todo y luego ella le contara todo a mi mamá...no vallas
—Lo siento...—susurro arrepentida— llamé a tu hermana...
—¡¿Quee?! —grité enojada— Sophia... Si ella se entera le contará a mamá...
—Lo siento Meg... estuve muy preocupada
Tras los cristales del local pude ver a Victoria buscando con la mirada por todos lados, trate de esconderme pero sus azulados ojos me encontraron
—maldición...
—¿que?— dijo Sophia en la otra línea
—Te hablare luego, adiós— antes de colgar la llamada escuche como Sophia gritaba para no cortar
Victoria estaba furiosa caminando velozmente a donde me encontraba tomando un café
—¿Que haces aqui?— preguntó al llegar a mi mesa
Sonrei tímidamente— to-mo un café.
Mi respuesta pareció enfurecerla más—deberías estar en la escuela
—Sobre eso...—desvíe su mirada y senti mi frente sudar— eh... Me trasladaron a otra escuela.
Odiaba mentir, pero era por una buena causa, no matar a mi madre de un infarto.
Victoria se cruzo de brazos—¿Asi?
—si —respondí sonriente— ¿como me encontraste?.
Desvíe el tema y ella lo notóArqueo una ceja con los brazos aún cruzados
—Gps, sé en donde estas todo el tiempo— me mostro la pantalla de su movil y luego lo guardo
Cualquier ser humano en su sano juicio no me creería, eso de mentir no me sale bien.
—Vamos a casa, ahí nos explicaras que paso realmente.
Pague el exquisito café y salimos del local