Mamá era una mujer luchadora. ella apenas iba en la universidad cuando se entero que Victoria venía en camino, tuvo que dejar sus estudios y dedicarse a ella, mi papá nunca la dejo volver a estudiar, gracias a su esruoido machismo. luego me tuvieron a mí, mi madre trabajaba como mesera en un restaurante mientras nosotras nos cuidabamos juntas-Victoria y yo- cuando mi papá nos dejo por irse con otra mujer ella no se quedo en casa llorando por él sino al contrario. Victoria apenas tenía 14 años y yo dos años menos, Mi mamá consiguió los trabajos necesarios para poder sobrevivir pues mi padre se fue llevando todo el dinero que ella había ahorrado en 14 años; luego encontro un trabajo como recepcionista en un hotel donde le pagaban suficiente para pagar los gastos de la casa, Victoria a los 15 años trabajaba de vendedora de ropa en un centro comercial y yo por otro lado dos años después conseguí trabajo en el restaurante de la familia de Sophia, aún era menor de edad y nadie quería contratarme y gracias a Sophia su padre me contrato sin dudarlo.
—¡Que tu hiciste que?— mamá gritó, ella estaba ¿sorprendida?, les había contado lo que paso a mi hermana y a mi madre, victoria no se enojo mas bien se veía felíz raro en ella, ya que la mayoria de veces nunca sonríe.
—Bueno...—intervino Victoria— me van ascender de puesto— dijo emocionada
—Oh!!!— dije aún mas emocionada
Mamá y yo nos acercamos para abrazar a Victoria, ella nos separó mirandonos incómoda
—¡Felicidades hija!— exclamo mi madre
—Saben que no me gustan los abrazos.
Nos alejo lentamente—Eres una aburrida Viki— reproche
—Aún asi, me aman.