CAPITULO4

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CAPITULO.4

La sala principal esta oscura, luces de varios colores me ciegan cuando intento mantener la mirada en un punto fijo.

El atronador ruido no me permite escuchar ni mis pensamientos.

Aunque intento no perder de vista a Daniel en menos de un minuto desaparece en la oscuridad, dejándome rodeada de desconocidos que bailan dando saltos y empujones.

Busco a mi hermano por todas partes, paso por una sala llena de humo con una mesa de billar, otra que se compone básicamente de sillones en los que parejas se dan el lote, y una tercera en la que, incluso habiendo bastante gente, reina un silencio perturbador.

A través de esta última habitación accedo a un despachito vacío. Superando mi verguenza decido llamar a Jared, le cuento lo que ocurre y él accede a recogerme, no sin el pertinente "ya te lo dije". Me siento en en la silla frente al escritorio y me recuesto, aliviada por haber resuelto el tema.

Derrepente el pomo se gira y al tiempo que la puerta se habre, yo me escondo bajo el espacioso escritorio.

Los pasos de dos personas resuenan por la habitación. Un de ellos toma asiento al un lado de la mesa y unos segundos despues también el otro lo hace.

-No creo que sea apropiado desvelarlo todo en este momento. Debemos esperar a que ella confíe. A poder ponerla de nuestra parte.- Esun hombre el que habla, su voz grave me suena de algo e inmediatamente me recorre la sensación de que yo no debería estar escuchando esto.

pero lo que de verdad me descoloca es la respuesta. O más bien quién.

-Puede que confíe más, o puede que se acerque más a mi hermano.- ¡Es Daniel!

¿Están hablando de mi? no, no creo... pero... ¿qué está haciendo aquí Daniel? Llevo desaparecida de lq fiesta casi una hora. Debería estar buscándome como un loco.

-De acuerdo, no diré nada. Ahora tengo que ir a buscar a mi hermana, a saber que le harán los salvajes que has invitado.

-Tienen orden de no acercarse a ella.

-¿Y siempre hacen caso?- dice mi hermano con notable sarcasmo.

-Mejor ve a buscarla.-contesta el otro casi con urgencia.

Los dos salen tras unos segundos y finalmente respiro ondo.

El movil me bibra en el bolsillo trasero.

Jared.

-Estoy en la puerta.- despues cuelga.

Me escabullo entre los invitados y tras unos cuantos herrores salgo a la calle.

Jared está apollado en la puerta de su coche con aspecto malhumorado.

Hasta el momento no me había dado cuenta de lo asustada que estoy así que cuando me he acercado lo suficiente me tiro a sus brazos. Él, sorprendido, tarda unos segundos en corresponderme, pero al final me acoge entre sus brazos y me ayuda a llegar al coche.

Durante el camino de vuelta le cuento lo sucedido y escucha con semblante inescrutable.

Me dedica palabras consoladoras y no aparta su mano de mi rodilla en todo el trayecto, lo que hace que al final dejen de temblarme las piernas.

Llegamos y antes de entrar me sujeta por los hombros y clava su mirada oscura en mi.

-Deja que yo me encargue, pero no puedes decirle nada a Sophia, o a mi padre, tampoco a tus amigas. A nadie, ¿de acuerdo?- yo asiento y Jared me responde con otro abrazo. ¡Dos en un día! - ¿Cuándo vas a empezar ha hacerme caso hermanita...?- suspira en mi oreja.

-No me llames así...-susurro dandole una palmada en la espalda.

Alas de hielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora